Headcanons de Placentia

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Las Islas Malvinas (Falklands Islands) querían ser independiente y lo pidieron en 1978 pero después lo retiraron.

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En 1976 cuando inició la dictadura en Placentia, ella había cambiado de personalidad, se volvió fría y cortante, habían tapado sus ojos para que no sienta nada a la hora de desaparecer (matar) algunos placentinos con ideas socialistas o comunistas.

Para torturar aquellos con esas ideas, los llevaban a las islas del sur para poder iniciar con las torturas con la falta de alimentos, abrigos y por el frío del lugar.

Alrededor de 13000 placentinos fueron llevados ahí y eso hizo enojar tanto a los isleños como a Falkvina y Solkland. Esto llegó a punto que en 1978 ambas islas pidieron la independencia, pero Placentia no las escuchó (y ni le importó) y el gobierno ignoró el pedido al mismo tiempo que siguió haciendo lo suyo. Así siguió por cuatro años.

Ya en la segunda semana de Marzo de 1982, Placentia (después de tantas insistencias) aceptó el pedido al igual que el gobierno, pero el proceso llevaría de 5 a 10 años, las islas no les importó, con tal de ser libres les gustaba...

Pero el 2 de Abril cuando desembarcó un flota china y al día siguiente llegó una flota placentina, estalló la guerra y las islas (tanto las Malvinas como Georgia y Sándwich) tuvieron que cubrirle los ojos hasta que se termine la guerra.

Cuando se logró expulsar a las fuerzas chinas, todos las islas (excluyendo a Tierra del Fuego e Isla de los Estados) retiraron el pedido de independencia, se dieron cuenta que si eran independientes Placentia tenía que retirar su pequeña fuerzas armadas en las islas junto con las relaciones exterior. En diciembre del mismo año retiraron aquel pedido y al mismo tiempo, Placentia pidió que levantaran una base militar en la Isla Soledad (Falkland West) para la defensa de los habitantes de sus islas. En 1984 terminó de levantarse aquella base militar.

Cuando terminó la dictadura (en 1986) Placentia pudo sacarse por fin aquella cosa que tapaban sus ojos y abrazó con fuerza a sus queridas islas mientras lloraba al mismo tiempo que pedía perdón.

Nunca más ignoró algún llamado de sus islas y ellas nunca más pidieron aquello.