Vida soñada [PAUSADA]

II

Thor se hallaba entrenando junto con sus tres mejores guerreros y amigos, tres contra uno, una clara desventaja para cualquiera, pero no para el Dios del Trueno, él solo podía con ellos, golpes y choque de espadas se escuchaban por todo el campo de entrenamiento, sus soldados lo vitoreaban y aclamaban, alientos de apoyo para él y sus amigos se podían escuchar, así como el grito de cómo se elevaba la cifra de las apuestas por cual bando resultaría vencedor, Sif, realizaba las pertinentes anotaciones, ella quien prefirió esta vez solo mirar que entrenar con ellos.

A Thor entrenar le daba como resultado una gran liberación de energía acumulada y cierto placer, ya que, por el momento era la única vía que tenía para descargarse, con su consorte indispuesto por el embarazo no tenía otro medio para su descarga, aunque claro que conocía "otros medios", pero esos medios los dejo cuando su amor fue correspondido. No quería terminar castrado y menos dañar la relación con su gran amor, perderlo era algo impensable para él, después del gran trayecto que recorrió para ser correspondido, sería un estúpido si por sentirse frustrado por –querer sexo- hacia añicos todo lo ganado y cocechado hasta ahora.

En el campo, todos estaba absortos en la batalla que se llevaba a cabo entre él y sus amigos, gritos y gritos se seguían escuchando... hasta que un silencio repentino se apodero de todos, sus soldados abrieron paso a la antigua reina de Asgard– Frigga–, que ella estuviera allí, no auguraba nada bueno porque JAMÁS había pisado el campo de entrenamiento, ese no era lugar para la antigua Reina.

Frigga se acercó más a donde estaba Thor y los tres guerreros, quienes detuvieron su lucha, su rostro denotaba angustia, se retorcía las manos y su mirada se fijó por completo en Thor, y pronunció– Thor...– él la miro y le pregunto–¿qué sucede? –, su corazón comenzó a palpitar de forma rápida y agitadamente, la nuca se le erizó, instó a su madre a continuar hablando.

– Thor... – pausa– ... es Loki, con su mirada y ese nombre le dijo todo, salió corriendo como si le llevará el diablo, sin escuchar a nadie quienes se le atravesaban en el camino llegó hasta su habitación, y lo que vio lo dejo estupefacto, tendido en la cama, con los ojos cerrados y respirando agitadamente se encontraba Loki, a lado de este se hallaba una doncella retirándole sus prendas, recorrió el cuerpo de su amado con los ojos hasta llegar a su parte baja, sangre, había mucha sangre, las sábanas comenzaron a teñirse de rojo de forma rápida. Sentía que le sacudían el hombro, cada vez, de forma más violenta, pero no lograba apartar su vista de lo que veía.

– Tienes que salir de aquí, ¡ahora!, ¡el curandero tiene que atender a Loki! – giro la cabeza hacía su madre y pronunció de forma tajante– No– sus palabras denotaban mucha autoridad sin posibilidad de contradicción, con cinco pasos se situó a lado de Loki, se inclinó y sosteniéndole la mano le dijo– Ya estoy aquí, amor, no te dejaré solo en ningún momento, estamos juntos en esto– con esas simples palabras Loki abrió los ojos y rechinando los dientes miró a Thor y le dijo– ¡pedazo de idiota! ¿dónde estabas? Se supone que siempre debes estar junto a mí como un perrito faldero, ¿acaso no conoces tu lugar?¡vete al demonio Thor!, ¡quién te necesita!¡puedo yo solo!, ¿no me amas? ¿ya tan rápido te cansaste de mí? ¿ya no te importo? ¡juro que cuando me levanté de esta cama te apuñalare y envenenare, así que comienza a estar más atento a lo que bebes y comes! – la diatriba de Loki se prolongó por dos minutos, hasta que Thor lo calló con un beso. – Stop Loki, amor, no sigas, necesitaremos esas energías para lo que viene– El Dios del Trueno no les prestó atención a las palabras de su consorte, no necesitaba hacerlo, de primera mano sabía que esas palabras no eran dirigidas a él para infringirle daño, Loki necesitaba descargar en alguien el miedo que en ese momento sentía, lo veía en sus ojos, Loki tenía mucho miedo, él también, pero necesitaba ser fuerte por ambos, Loki lo necesitaba.