·03: Vida privada·

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C A P Í T U L O 3

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Oscuridad es lo primero que veo, pestañeo varias veces acostumbrándome a ella. Suelto un bostezo y cierro los ojos otra vez, tengo que dormir algo después de toda la semana movida que tuve sin contar de este dia, sinceramente creo que es algo incomodo. Muevo mis piernas por la cama y subo el acolchado hasta mi oreja, un poco de frío ingresa a mi organismo y el bello de los brazos se me erizan.

— ¡No! —abro los ojos y escucho sollozos, me destapo con rapidez y me siento sobre el colchón. ¿Qué pasa?, ¿Algún vecino molestando a esta hora?— ¡Hyung, no!.

¡ChaNi!.

Mi corazon late rapido en cuento me levanto y corro hacia el living. En la oscuridad veo como se mueve bruscamente y llora, sollozos fuertes que me hacen caminar más rápido hacia él. Llevo una mano a su frente una vez que lo tengo enfrente y siento mojado, está bañado en sudor, hago una mueca en respuesta y camino a la cocina para colocar agua en un recipiente, busco una media limpia entre mi ropa que esperaba a guardarse sobre el mueble.

Apoyo mi trasero en el frío suelo y mojo el calcetín, lo escurro y lo coloco en su frente con suavidad. Se ve más pálido de lo que ya es y me preocupa bastante, no quiero que le pase algo mas grave, me he dado cuenta que posiblemente tenga problemas alimenticios porque no ha comido casi nada y no quiero que empeore.

— Espero ayudarte un poco, quizá tengas un poco de fiebre —hablo bajo sin dejar de ver su perfil. En la cena me pidió mantas para poder dormir porque se sentía cansado, en ese momento lo vi bastante pálido, se recostó luego de lavarse los dientes a pedido mio y nos quedamos mirando televisión hasta que se durmió, apague todo y después de ver que se encontrara bien me fui a costar.

ChaNi, así me había dicho que se llamaba, un nombre corto y con un sonido lindo. Nunca lo habia escuchado ni en el kinder, sus padres deben ser muy peculiares... bueno, queda claro con el estado en el que se encuentra porque no parecen estar muy presentes en la vida del chico. Tiene moretones de todo tipos de textura y anchuras, de verdad que es raro. Digo, un padre nunca permitiría algo así y estaría tranquilo de la vida. O por lo menos, eso me enseñaron los míos, cada familia es un mundo aparte y la de ChaNi parece ser una bastante mala a primera vista.

— ¡No! —me sobresalto al escucharlo, rápidamente agarro su mano y la aprieta con fuerza enseguida, hago una mueca acomodando la media con mi mano libre. Su mano cae a un lado de su cuerpo luego de minutos junto con la mía y al notar que no puedo soltarla, simplemente la dejo ahí.

Me encargo de remojar el pedazo de tela durante el siguiente rato, cubriendo su cuerpo cada vez que se mueve y se destapa. Después de un rato terminó por ponerse de costado mirando hacia mí, moviendo nuestras manos hacia su rostro y hago una mueca al ver como la tela no tan mojada se cae de costado.

— ¿Cómo hago para que te baje la fiebre si te mueves mucho? —Le pregunto y no hace absolutamente, sonrío y cierro los ojos cansado. Un bostezo sale de mi labio y apoyo mi cabeza en el hueco que él había dejado. El brazo sirve de almohada por lo tanto termino de cerrar ambos ojos, masticando saliva para luego tragarla y acomodo mi cuerpo hacia atrás para no estar tan encorvado, el paño levemente mojado me entretiene por unos segundos hasta que finalmente me siento adormecido y mi mente se pone en negro.

Muevo mi nariz con incomodidad al sentir la luz del sol, me remuevo con incomodidad sentandome aun sin abrir los ojos, me estiro y limpio la baba que por alguna razón salió de mi boca. Abro los ojos y me quedo estático al ver unos ojos grandes y oscuros, parecen estar algo incómodos y rápidamente muevo las manos ambos costados sintiendo la cara caliente.

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⏰ Última actualización: Jun 01, 2020 ⏰

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