Una historia Magica de amor...Harry y Hermione

19 años después

La guerra había terminado y todo había salido, no tan acuerdo al plan, pero ahora en el mundo mágico, todo era algo más tranquilo y Harry Potter ahora tenía la vida que siempre quizo.
Había descubiertos cosas de las cuales no se imaginaba, el hombre al que tanto había odiado, amaba a su madre, su peor enemigo lo había ayudado y descubrió que todo el poder del mundo no llena tu corazón de amor, al ver a sus seres queridos y ser por un momento el señor de la muerte al poseer las reliquias de la muerte.
El olor a cafe de las mañanas le resultaba delicioso, pero despertó con un almohadaso en la cara, algo que sabia de quien era, James Potter.
–¿Pero...qué...?
–Mamá ha dicho que si no te levantabas con "palabras lindas" te despertara de forma ruda y lo hice, anda papá que llegaremos muy tarde–dijo James.
Un chico de cabello castaño y ojos cafes iguales a los de su madre.
Harry solo bufó como niño pequeño y se levantó.
Se vistió y sonrió, irían a Kings Kross, sinceramente a él le justaría estar en lugar de sus hijos en Hogwarts.
Al llegar a la cocina, vio a Hermione Granger, ahora la señora Potter, atendiendo a su pequeña hija, Lily, una niña de cabello rojo como su abuela t de ojos castaños como los de Hermione.
Le sonrió y la niña soltó un bufido.
–¡Papá el baúl esta pesado!–gritó un niño de cabello negro y ojos verdes brillantes desde las escaleras.
James pasó a su lado riendo y luego Harry corrió a bajar el baúl de su otros hijo, Albus Potter.
–¡Mamá James me dijo que soy una enana que jamás ira a Hogwarts DILE ALGO!
–¡James Sirius Potter!–gritó Hermione–. El que no ira a Hogwarts eres tú si sigues de mentiroso y burlón.
–Pero...
–Nada de peros o hago que te expulsen de Hogwarts o ¿sabes qué? Te mandare un vociferador diciéndote cosas muy lindas mi pachoncito en frente de todo el colegio.
Lily soltó una risa y James se puso pálido, le recordó a Ron cuando recibió el vociferador de su madre en segundo año.
Harry soltó una carcajada y Albus solo rodó los ojos.
James salió y Hermione salió detrás de él con su abrigo en mano t con Lily delante de ella.
Subieron todo el equipaje de Hogwarts al auto y subieron en él.
Albus se detuvo y Lily lo empujo para que siguiera caminando.
–¡Vamos Al tu puedes!
–Tengo miedo...
–¡Ire yo en tu lugar!–dice Lily sonriendo.
Albus finalmente subió al auto y Harry cerró la casa en Godric's Hollow.
–¿Vamos todos?
–Si papá–dijo James.
–Bueno.
Llegaron a la estación justo a tiempo para el tren de Hogwarts, pusieron las cosas en un carrito y cruzaron la plataforma 9 3/4 justo como Harry lo había hecho con Ron y Hermione años atrás, la puerta al mundo mágico se habría nuevamente.
–¡Ahí están!–exclamó una voz que Harry conocía muy bien.
Su querido amigo Ronald Weasley con su esposa Luna Lovegood y su hermana Ginny con, alguien que les sorprendió mucho, Draco Malfoy.
Tan solo de recordar aquel día, Draco había ido a disculparse en persona con los Weasley por todas sus acciones malas y Ginny había dicho que se habían enamorado, Ron se había desmayado ese día de la sorpresa.
Fred y George habían reído a carcajadas y ambos perdonaron a Malfoy. Ginny y Neville habían quedado como amigos y él ahora era profesor en Hogwarts.
El día que Malfoy pidió la mano de Ginny, Ron también se desmayo. Harry sonrió al recordar esos graciosos momentos, jamás se había imaginado a Ginny con Malfoy, pero ahora estaban juntos y tenían una bonita familia.
Ron y Luna se habían casado y su hijo Hugo fue el primero que nació, de la edad de James y luego su hija Rose.
–¡Hola!–exclamó Hermione emocionada.
–Hola–dijo Ron sonriendo.
–Papá ya debemos ir–dijo James.
–Ya bueno, cuídense mucho–dijo Hermione y abrazo a James que corrió a subirse junto con Rose Weasley.
Ginny sonrió a la niña que estaba a su lado, una niña de cabello rubio y los ojos iguales a los de ella.
–Suerte en tu primer año Georgiana–dijo y le dió un abrazo.
–Sí mama–dijo y su padre Draco, le dió un fuerte abrazo.
–¿Vienes Albus?
La niña empezó a caminar con su baúl y Albus se quedó viendo a su padre y camino.
Luego Harry lo siguió y le preguntó:
–¿Sucede algo?
Volteó a ver a Hermione quién le sonreía para que hablara con él.
–Papá ¿y si me envían a Slytherin? James dice que son unos...
–Escucha, no importa lo que diga James ¿de acuerdo? El sombrero toma su decisión en consideración y si tanto te molesta, pues escoge Gryffindor, Scorpius va en Slytherin ¿no?
–Sí–dijo Albus–. Pero es un año mayor que yo.
–Bueno, pero es hijo de Ginny y se llevan bien–dijo Harry.
Albus sonrió.
–Albus Severus Potter–dijo Harry–. Llevas el nombre de dos directores de Hogwarts, uno fue de Slytherin y fue...el hombre más valiente que he conocido. No importa de que casa seas, al final todos somos de Hogwarts.
–Gracias papá–dijo Albus sonriente.
Harry le dio un abrazo a su hijo y Lily corrió a despedir a su hermano.
Sonrió al ver a Albus subir al tren de Hogwarts, cuando se empezó a mover, sintió la mano de Hermione en su mano.
–Si se junta con Malfoy la desheredó–dijo Ron.
–¡Ron cállate!–ríe Ginny–. De todas formas ya se junto.
Draco soltó una carcajada y también observó el tren irse, todos esos errores que había cometido de habían borrado.
Harry apretó la mano de Hermione y ella acariciaba el cabello de su pequeña hija, quién dijo:
–Ahora soy hija única.
Hermione soltó una carcajada y Harry solo sonrió.
Concentró su vista en ese tren que se alejaba.
Por 19 años todo estaba bien, la cicatriz ya no dolía más y ahora su vida estaba llena de felicidad y amor, tenía todo lo que antes no había podido tener: una familia que lo amara.
Y lugar a donde iba, no importa cuantos años pasaron, sería conocido como el niño que vivió, aquel que venció a Voldemort, el héroe del mundo mágico, Harry Potter.
Todo estaba bien.

Fin
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Y hemos llegado al final de la historia, perdón por no subir mucho de esta historia, pero no sabía como terminarla correctamente.
Gracias a todos los que estuvieron leyéndola y dándome su apoyo para que la continuara, este capitulo es para ustedes.
De todo corazón se la agradezco, es emocionante que haya otros magos cerca que escuchen historias mágicas.
Sabemos que ma magia existe.