𝑴𝑰𝑺 𝑷𝑬𝑺𝑨𝑫𝑰𝑳𝑳𝑨𝑺. "𝐃𝐢𝐚𝐛𝐨𝐥𝐢𝐤 𝐋𝐨𝐯𝐞𝐫𝐬". © [EDITANDO]

Pesadilla 23

POV SHU

Me dirigí hacia el restaurante en busca del malnacido de Reiji.

Llegue tarde, no estaban. Camine por todo el camino a ver si los encontraba, pensé en la habitación que está hora seria su hora de leer su libro de utensilios de cocina.

- Le pegaré el mismo libro y se lo haré tragar .-pensé.

Llegue hacia la habitación y con mis puños toco muy fuerte desesperado, él mismo abre y antes de que diga algo

- Shu qu... .- le rompí los lentes del puñetazo que le metí, él se puso de pies se limpió la sangre de su nariz

- Cuádrate ya .- Le dije acercándome dándole otro más, quiero romperle la nariz, la mandíbula, los dientes hasta dejarlo desfigurado por hijo de puta

- Quisiera saber el motivo de esta escena tuya ya que no es costumbre verte de esta manera.- dice Reiji tendido en el suelo.

- Quieres saber el motivo ¿Eh?, lo sabrás cuando te deje como saco de papas. Me senté encima de él dándole uno tras otro y otro y otro y otro. Mi vista se nubló solo reflejaba a esa persona en mis ojos. Ya valió madre este mayordomo de hermano que tengo.

-Maldito sádico, malnacido, esto...- otro puñetazo.- es.....- otro y otro más.- por.... .- tres puñetazos más.- MIYUKI!.- ahora sin parar, no morirá y no me importa que utilice sus fórmulas para arreglarse pero que se acuerde de mi maldita sea!!!

El solo reía hasta que escucho el nombre de Miyu

- Por esa ratita, no? .- me las pagará por ser la segunda vez que me pegan por soltar la lengua. - dijo Reiji, un enojado Reiji que me empujó y ahora si se defendería

Comenzamos a pelear, le di una patada que lo mande a volar contra la pared, quería con mi mano atravesar su parte izquierda y sacarle el corazón.

POV MIYUKI

Iba corriendo en busca de un rubio que me dejó sin palabras al ver que no estaba, busco desesperada a donde se había metido, no sé si estaría en la habitación de Reiji pero de ser así iré hacia allá. La puerta está juntada y escucho como están matándose los dos hermanos.

- Ay no, Shu -susurré un poco bajo.

Ambos se giraron y me vieron postrada en la puerta. Shu al mirarme se le suavizaron sus facciones por lo que Reiji aprovechó y lo aventó por la ventana, dejando a Shu adolorido y tendido en una pila de arbustos.

- Es tu turno por boca floja, que no te enseñaron a guardar silencio, esta es la segunda vez y me las pagarás.- Decía Reiji acercándose a mi

Trataba de concentrarme para meterlo a él en su propia pesadilla y crear más, crear otras pesadillas que de verdad lo atormenten más para dejarlo atónito y así poder escapar, no podía concentrarme. ¡¡¡¿CUÁNDO MIERDA DEJARÉ EL MIEDO CON ESTE MALDITO?!!!

Antes de que Reiji pudiera tocarme, sentí unos brazos rodear mi cintura para luego en un pestañear estar en mi habitación tranquila, sin los dos idiotas de Raito y Ayato que deben de estar comiendo en el Snack.

Vi a Shu exhausto, se tendió en la cama, tenía sangre por todo el rostro y algunos que otros moretones más su espalda toda roja y morada por la caída y con algunos hematomas, por aquí de seguro traje algún botiquín debo hacer algo. No cuando esté rubio que ahora considero un Ángel protector para mí acaba de salvarme

- Shu, aguarda buscaré algo para curarte aunque luego se te quitará pero por el momento está resultando muy doloroso.- le explicaba a esté rubio tan sexy aunque machucado pero sexy, mientras buscaba el botiquín.

- Lo tengo! - le avisé

Abrí el botiquín, saqué agua oxigenada, algunas gasas, unos que otros calmantes para el dolor interno que debía de sentir en sus músculos, le coloqué la gasa empapada de agua oxigenada por cada moretón y solo escuchaba un quejido de su parte

- Lo siento.. .- me disculpé, traté de ser lo más delicada posible porque sé cuánto le duele haber caído a esa altura de la habitación de Reiji

Le pase un poco de agua y las pastillas y le ayude a que tomara el agua.

Él hizo un intento de quitarse las prendas y por instante no vacilé y le ayude a quitársela

- Miyuki .- me susurró antes de dormirse.  Le deposité un beso en su cien y busqué un poco de agua tibia del grifo y unas toallitas y se las puse en sus partes hirientes y en su cabeza. Hasta recostarme a su lado

- Cuánto lo siento... .- le susurré y me dormí con él a mi lado.