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Londres, Agosto 17, 1879



El intenso olor de las lilas y las rosas, las cortadas y las que brillaban cerca de las ventanas aun gozantes de vida llenaban el ambiente. JiMin admiraba desde su lugar junto a la ventana la belleza entre las mismas, no veía en ese momento diferencia entre ellas. Los invitados colaban su mirada curiosa al joven; algunos impresionados por su físico mestizo y otros simplemente embelesados en su belleza singular, otros con envidia lo miraban de lejos tomando de los mejores licores ofrecidos por el mismo y quizás alguien se había tomado el atrevimiento de comenzar a tocar el piano que carecía uso en una de las esquinas de la habitación, JiMin no podía recordar cuando fue la última vez que tocó, quizás antes de comenzar a sentirse perdido.

En su mente se repetían una y otra vez las imágenes que había leído e imaginado después de leer aquel escrito ilegal que Taehyung le había regalado hacia una semana.

—Park—le llamó Taehyung con exuberante entusiasmo pero estudiando su expresión también—Pretendo creer que no te hice ningún daño u ofensa al entregarte aquel manuscrito.

JiMin enderezó la espalda, no se sentía amenazado sin embargo hablar del tema lo traía a una realidad donde quizás aún no estaba dispuesto a llegar.

—Debo admitir que estoy agradecido, sin embargo, ¿No es después que se nos da una respuesta que nos llegamos de preguntas nuevas? —Taehyung asintió en comprensión.

—Es mejor que te hagas las preguntas ahora, lidiar con ellas antes es—torció su sonrisa—Inoportuno para una mente demasiado joven.

— ¿Lo dices por experiencia propia? —JiMin ajustó el trago entre sus dedos, estaban hablando de las ramas por miedo a mencionar el árbol.

—Basta esconder algo para hacerlo más llamativo ¿No?, sin embargo no soy yo quien tiene todas tus respuestas—Taehyung levantó los hombros, su cabello cubierto por el brillo del sol y el polen volando a su alrededor, tendrían que cerrar las ventanas pero valía la pena conservar aquella deliciosa fragancia.

—No lo haces, está claro—Taehyung sonrió con entusiasmo, como si no acábese de ser menospreciado, su físico no estaba mal, su actitud tampoco, sin embargo ambos sabían que eran compatibles más que para la extraña amistad que mantenían.

—Tu tampoco tienes las mías pero no puedo evitar interesarme por alguien con mis—aplanó los labios por unos segundos—Preferencias.

Todo sonaba como una broma privada, de esas que se susurran sin hablarlas directamente pero todos saben sobre quien está hablando y de qué situación se habla. JiMin creía que era curioso llamar "Preferencia" a algo tan singular, tan rebuscado, tan minucioso y con tan poco pudor, preferencia era una palabra demasiado corta para todo lo que abarcaba, considerando el deseo, el pecado, y lo irregular de aquella preferencia.

—Me temo que he pasado demasiado tiempo en la luz, aun no se afrontar la oscuridad—exclamó un tanto rendido consigo mismo, tendría que leer aquellos manuscritos de nuevo.

—Oh podrías cortar por practicarlo, en la oscuridad claro—JiMin arqueó las cejas ante aquella sugerencia, su rostro había tomado rubor con rapidez, todos aquellos pensarían que estaba siendo tomado del pelo por Taehyung sin entender el índole de sus gestos y susurros en plena reunión.

—No debiste escoger este día para inmiscuir en estos asuntos Kim, me temo que es una falta de respeto de tu parte—Taehyung rió, varias personas se giraron a él pero ninguno lo secundó sin entender aquel asunto, Una de las manos grandes y firmes de Taehyung se enganchó en el hombro de JiMin.

𝐸𝑣𝑒𝑟𝑙𝑎𝑠𝑡𝑖𝑛𝑔 [yoonmin] os+18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora