Capitulo Segundo

210 14 1
                                    

La mañana recibió a Pravda con el invernal frío del Norte. Las ventiscas susurraban palabras inexistentes a las estudiantes, que las soportaban como si de una caricia se tratara. Después de todo, se habían criado allí, donde el frío era el amigo incondicional durante todo el año. Era un día despejado, que anunciaba la vuelta a la rutina diaria del buque-escuela. Las pequeñas vacaciones que la comandante había ordenado por la reciente victoria de Miho veían su final conforme llegaban a la prefectura de Hokkaido, territorio habitual de esta.

Ese día Katyusha durmió hasta tarde, y no se presentó al retorno a clases. Como tenía una habitación propia, tampoco hubo quien interrumpiese su sueño. Aquella mañana, tampoco se apareció Nonna o Klara para despertarla.

Klara (hablando en ruso): ¿No deberíamos haber despertado a la comandante? Ella se enojara cuando se despierte y caiga en la cuenta de que falto al instituto. Tu sabes, a ella le gusta llamar la atención mediante discursos programados y...

Nonna (Hablando en ruso): Lo sé, pero es prudente que hoy sea así. De otra forma, el retorno sería más problemático de lo normal. Además, necesito algo de tiempo para hacer los arreglos necesarios respecto a los asuntos del Instituto.

En Pravda no había un consejo estudiantil como tal, sino que la autoridad de dirigir la escuela recaía siempre en Katyusha, si bien era Nonna la que se encargaba de los asuntos más importantes. Por eso esta vez, como muchas otras antes, Nonna se adelantaba a la comandante para poder manejar los asuntos de la escuela sin la intromisión de Katyusha, la cual cedía tácitamente esta responsabilidad. Con la llegada de Klara, Nonna vio en ella un aliado que le ayudaría en la tarea de mantener el Instituto.

Debido a las excelentes calificaciones de ambas mujeres, ellas podían ausentarse siempre que quisieran de las aulas, si bien esta regla no aplicaba para los exámenes a las que eran sometidas. La sala de mando, como la llamaba Katyusha, era la oficina (con una ostentosa apariencia, que invita a una analogía de las antiguas mansiones imperiales) del otrora consejo estudiantil. Desde allí Nonna, y ahora Klara, dirigían los asuntos del Instituto. Aquella jornada, las chicas debían de ratificar los convenios de financiación con Rusia, revisar el auto financiamiento del Instituto, los formularios de reclutamiento, el mantenimiento de los tanques, las sugerencias de las estudiantes (que muchas veces eran denegadas por considerarlas muy burguesas), entre otros asuntos igualmente aburridos y burocráticos. Sin embargo, había dos cuestiones que estaban a la orden del día.

Estos eran, en primer lugar, el rumbo a seguir del buque. No sería difícil de decidir si no contasen con una invitación de Moscú para visitar las islas Kuriles (en disputa con Japón), donde además de poder repostar por suministros, recibirían repuestos para sus tanques e incluso un par nuevos: un caza carros del tipo SU-100, y el poderoso IS-4, con el que esperaban hacerle frente al Maus de Kuromorimine. Nonna sospechaba que esa visita podría comprometer el financiamiento de Japón ya que se vería como un acercamiento a Rusia en su disputa territorial. Sin embargo, rechazar la oferta arruinaría los convenios con el oso siberiano ya que frustraría su intento de bajar las tensiones entre ambos países.

Klara (hablando en ruso): Que decisión más difícil. ¿Cómo terminamos en esta situación? -Su tono expresaba cansancio e incluso un poco de impotencia.

Nonna (hablando en ruso): En realidad, no es tan difícil. Hace mucho tiempo que Pravda depende casi exclusivamente del gobierno ruso. Ellos nos proporcionan fondos en mayoría, tanques y repuestos, suministros abundantes y de calidad cada vez que paramos en un puerto de su bandera. Por otra parte, Japón siempre recelo de nuestra escuela, debido a nuestra doctrina basada en la soviética. Iremos al Norte, a Rusia, incluso si eso significa tomar ciertas medidas... Por otro lado, tenemos la cuestión del enfrentamiento amistoso con BC-Freedom.

Klara (hablando en ruso): Es verdad, ellas parecían entusiasmadas con la idea. Pero, ¿no sería un contratiempo aceptar ese partido?

Nonna (hablando en ruso): Debemos divertirnos de alguna forma. Es nuestro último año, después de todo.

El tiempo paso en la oficina, entre papeles y llamadas que hacer, llego la hora del almuerzo. Katyusha acostumbraba levantarse para el mismo, las veces que Nonna le permitía dormir un poco más. La costumbre era que fuese al Instituto y reprochara a Nonna, que se excusaba ofreciéndole almorzar en algún restaurante de Pravda. Tras eso, la comandante tendía a olvidarse de su enojo.

Ese día no fue la excepción. Klara se había integrado a la vida de comandante y vice, y compartía hartos momentos junto a ellas. Así que, las acompaño a almorzar en un restaurante llamado Leningrado, al igual que la cuidad soviética. Se especializaban en platos autóctonos de la Rusia europea, y su catálogo se expandía a la gastronomía báltica y finesa. A partir de eso, el día se desarrolló normalmente: Klara se retiró a sus actividades deportivas (esta gusta de practicar natación) y luego al coro de Pravda (al igual que Nonna, posee una refinada voz cuando canta). Por otra parte, Katyusha y Nonna pasearon por las calles del instituto, tomando la merienda y visitando una plaza con juegos para niños (Para aquellos desentendidos, en el manga se revela esta aparente afición de Nonna de llevar a la comandante a estos pasatiempos). Finalmente, Nonna dejo a su comandante durmiendo en su habitación, después de cantarle unos minutos. Se despidió de ella con un beso en la frente, y fue a reunirse con Klara en su habitación.

Nonna (hablando en ruso): Estoy agotada Klara, ¿Deberíamos de tomar un baño?-Dijo, mientras se quitaba su chaleco y se preparaba para irse, dando a entender que no esperaría a su compañera.

Klara imito a su compañera, y ambas se dirigieron a los baños. Ellas dos, y Katyusha disponían de un baño privado, aunque reducido, que utilizaban cuando los demás estaban ocupados.

Las chicas se mantuvieron juntas durante el baño, descansando Klara en el hombro de Nonna.

Klara (hablando en ruso): Tengo frío...-Dijo con un tono pícaro mientras abrazaba, por el costado, a su compañera.

Nonna suspiro, y esbozo una sonrisa.

PD: Yo sé que esta flojo, ira mejorando con el tiempo... o eso espero @_@.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jun 01, 2020 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

GUP: PRAVDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora