1. 𝘺𝘰𝘶𝘳𝘴𝘦𝘭𝘧

56 7 2
                                    

" 𝘼𝙦𝙪𝙞́ 𝙚𝙨𝙩𝙖́ 𝙡𝙖 𝙘𝙪𝙚𝙨𝙩𝙞𝙤́𝙣; 𝙚𝙨𝙩𝙖𝙨 𝙚𝙣𝙖𝙢𝙤𝙧𝙖𝙙𝙖 𝙙𝙚 𝙡𝙖 𝙫𝙚𝙧𝙨𝙞𝙤́𝙣 𝙙𝙚 𝙪𝙣𝙖 𝙥𝙚𝙧𝙨𝙤𝙣𝙖 𝙦𝙪𝙚 𝙝𝙖𝙨 𝙘𝙧𝙚𝙖𝙙𝙤 𝙚𝙣 𝙩𝙪 𝙘𝙖𝙗𝙚𝙯𝙖 𝙦𝙪𝙚 𝙚𝙨𝙩𝙖́𝙨 𝙩𝙧𝙖𝙩𝙖𝙣𝙙𝙤 𝙙𝙚 𝙖𝙧𝙧𝙚𝙜𝙡𝙖𝙧 𝙥𝙚𝙧𝙤 𝙣𝙤 𝙥𝙪𝙚𝙙𝙚𝙨, 𝙪𝙝, 𝙡𝙖 𝙪́𝙣𝙞𝙘𝙖 𝙥𝙚𝙧𝙨𝙤𝙣𝙖 𝙦𝙪𝙚 𝙥𝙪𝙚𝙙𝙚𝙨 𝙖𝙧𝙧𝙚𝙜𝙡𝙖𝙧 𝙚𝙨 𝙖 𝙩𝙞 𝙢𝙞𝙨𝙢𝙖.
𝙏𝙚 𝙦𝙪𝙞𝙚𝙧𝙤 𝙮 𝙚𝙨𝙩𝙤 𝙝𝙖 𝙙𝙪𝙧𝙖𝙙𝙤 𝙙𝙚𝙢𝙖𝙨𝙞𝙖𝙙𝙤, 𝙮𝙖 𝙚𝙨 𝙨𝙪𝙛𝙞𝙘𝙞𝙚𝙣𝙩𝙚.
𝙀𝙨𝙩𝙤𝙮 𝙖 𝙙𝙤𝙨 𝙘𝙖𝙡𝙡𝙚𝙨, 𝙫𝙤𝙮 𝙥𝙖𝙧𝙖 𝙖𝙡𝙡𝙖́."

La doncella de cabellos naranjas se encontraba en su torre, como siempre, con la esperanza de que algún día llegara su príncipe azul a rescatarle de aquel alto y aburrido lugar.

No había mucho que hacer, teniendo en cuenta de que la joven tenía un problema cognitivo, que la hacía algo más lenta que el resto de sus compañeras, sería hasta peligroso que siquiera intentara escapar.

- ¡Hey!¡Nieves!

Escuchó una voz desde la distancia, se levantó de su cama a la tercera vez que le llamaban, asomándose para ver quién le llamaba.

Era solamente Akira, quien le miraba con una risa ladeante y brillante, esa chica había sido la más amable con ella desde que la nada apareció en el lugar.

Nieves le miró confundida, como preguntándole que pasaba, Akira soltó leves risillas.

- ¡¿Alguna vez imaginaste cómo se vería tu príncipe?!

Preguntó gritando, ya que entre ambas torres había una distancia prudencial.

¿Cómo se decía. . .?
¡Oh sí!

- ¡¿No?!

Contestó insegura la chica, aún no era buena con eso de comunicarse con palabras, prefería hacerlo a través del dibujo, a pesar de no ser buena haciéndolo, no involucraba nada difícil para ella.

Nieves pudo ver como su amiga le miraba enternecida.

- ¡Yo sí!¡ Que mi chico ideal tendrá el cabello negro, ojos oscuros, que esté todo fuerte!

- ¡YA CÁLLATE AKIRA!

Se escuchó un molesto tono de voz en Mónica, quién no se apareció en su ventana, sólo gritó, después apareció Kristina, también gritando, y parecía que apenas estaba despertando.

- ¡Qué no seas aguafiestas, Mónica!¡Soñar es gratis!

A pesar de la distancia, las chicas podían ver como la contraria se reía, Kristina regresó a dentro de su torre, y las dos anteriores doncellas siguieron conversando.

- ¡¿Qué tal si lo dibujas y luego me lo muestras?!

La chica había recostado los brazos en el pequeño muro donde debería haber una ventana, pero claro, esta solo tenía un agujero lo suficientemente grande como para que se pudieran ver las chicas entre sí.

Nieves parecía pensárselo, ya que jamás se planteó como tal el como quería que se viera o como sería quien la rescatara, el hecho de que fuera a por ella sería más que suficiente para quererle incondicionalmente.

Después de segundos de planteárselo, la chica de cabellos naranjas asintió con la cabeza repetidas veces antes de sonreír mostrando los dientes, su amiga al ver ello solo soltó un "¡Llámame cuando lo termines!" antes de entrar a su respectiva torre también.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 18, 2020 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Iɴ Mʏ Hᴇᴀᴅ || 𝘙𝘶𝘣𝘪𝘶𝘴𝘹𝘕𝘪𝘦𝘷𝘦𝘴Donde viven las historias. Descúbrelo ahora