¿Se vuelve a repetir? - HashiMada

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Varios años mortales habían pasado luego de aquel suceso que cambiaría por completo el paraíso y el pensar de Ashura con respecto a los humanos. Los seres humanos ya no eran bien vistos como se les veía antes, en la actualidad eran vistos como seres pecaminosos que llevarían incluso al ángel más inteligente a la mismísima muerte.

— ¿Qué le pasará a tu hermano? — Susurró Toka, una de los ángeles jóvenes quien como los demás ángeles veían al más bello del grupo hablar solo con una pluma.

— Así de raro es mi hermano, déjalo, ya se le quitará la locura — Las palabras de Kawarama habían salido bastante cansadas, ya estaba harto de ver el delirio de su hermano mayor. Su hermano Hashirama cuando era pequeño había encontrado una pluma en su recamara y desde ese día le contaba todo a esa misma. — A veces pienso que debería caerle un castigo por su locura — Y con este comentario todos los ángeles del grupo juvenil se rieron.

— Pues loco o no, tu hermano es uno de los ángeles más bellos — Uno de los chicos del grupo mencionó sin dejar de ver al hermano mayor de Kawarama. — Mis padres dicen que es la réplica de la belleza mundana que era el exiliado de tu padre — Y este comentario hizo cesar toda alegría que había.

Por otro lado, Hashirama le contaba todo a la pluma, sus secretos, sus gustos, sus opiniones, absolutamente todo y eso incluía también confesarle a esa pluma su amor por el ángel conocido como Mito, la más bella de todos según sus gustos.

Mientras caminaba contándole cuan maravillosa era Mito, decidió frenar en seco y dejar caer la misma al suelo ante la escena que captaban sus ojos. Mito, aquel ángel de cabellos rojos besándose con otro. No le cabía absolutamente en la mente por qué su novia se besaba con otro mientras estaban en una relación.

— Hashirama... ¡No es lo que crees! — Fueron las palabras de la peliroja al captar la presencia de Hashirama, más no pudo terminar de hablar, Hashirama había alzado vuelo para alejarse de allí lo más rápido que podía, dejando de atrás la pluma que le era importante para él.

Recordaba perfectamente a donde había sido lanzado su padre cuando él apenas era un niño, sabía que ese lugar podía mandarlo a la propia muerte, y eso era lo que ahora anhelaba por completo, anhelaba morir, ahogarse en sus lágrimas. Al llegar al borde de aquel lugar decidió descender con calma para ver desde esa altura a donde caería.

— Esto... ¿sería auto exiliarme para no volver a verla? — Se interrogó a si mismo Hashirama mientras daba un paso hacia el vacío y caía hacia el mundo de los humanos, cerrando sus ojos esperando la muerte.

(...)

— Oye... ¿estás bien? — Una voz calma era lo que podía escuchar Hashirama, comenzando a abrir lentamente sus ojos para divisar la imagen más bella de su vida. Un joven de vestimentas negras, guantes negros hasta sus codos. Unos cabellos azabaches desalineados un poco pero que hacían un bello contraste con esos oscuros ojos y esa piel nívea. — Un ángel... — Susurró el joven al notar las alas blancas, enormes y bellas.

— Deseo morir... mátame... me han dicho que los humanos eran crueles — Dijo Hashirama mientras veía con lágrimas a quien se estaba preocupando por él, más lo que recibió fue ayuda para levantarse del suelo, viendo un mirar bastante serio en ese hermoso semblante que lo estaba cautivando.

— ¿Morir?, ¿acaso eres idiota? — El tono obstinado y desafiante del joven lo estaba cautivando aún más.

— No... S-Soy Hashirama — Dijo rápidamente para presentarse mientras el rubor cubría completamente sus mejillas, esta torpeza había hecho esbozar una ligera risa en el mortal.

— Madara —Dijo con calma, extendiendo su diestra la cual rápidamente fue tomada por Hashirama, quien le regalaba su sonrisa más radiante. — ¿Qué hace un ángel aquí? — Soltó rápidamente la interrogante, procediendo a tocar con una mano una de las alas del ángel para así comprobar si eran reales o no.

Alluring SecretDonde viven las historias. Descúbrelo ahora