Tina es una chica problematica que ha estado sola desde casi siempre y cuando vuelve a su pueblo natal se da cuenta de muchas cosas, entre esas un gran secreto de su familia.
Me senté en la sala de la mansión a llorar, a soltar todo lo que tenía por dentro. Me culpaba por no haber estado para Olivia, por no llamarla, por no ayudarla. Lanzaba las cosas y rompí fotos de mi familia, tenía demasiado dolor acumulado y necesitaba sacarlo.
-tienes que calmarte- habló mi tía
-¿como?- grité- ni siquiera enterramos su propio cuerpo, ¡es un maldito altar simbólico tía!- salí de la mansión y camine el pueblo hasta que encontré una banca donde sentarme, eso siempre me calmaba.
Había perdido a mi mejor amiga y no pude despedirme, me la arrebataron al igual que a mis padres, necesitaba alcohol en mi sistema, necesitaba escapar. Cuando entré al Grill habían pocas personas entre esas Matt pero al ver mi actitud no se acercó y le di gracias a Dios que no lo hizo por que no quería ponerme al día con nadie. Compre algunas botellas y salí de ahí y caminé hasta la banca donde estaba antes.
Las horas pasaron rápidamente y ya yo estaba más allá de borracha, a penas podía levantarme y fue cuando lo vi, tenía una mirada penetrante y quede cautivada de inmediato.
-¿que hace una chica como tú aquí?- frunció el ceño
-no creo que te importe lo que hago aquí, sino lo que puedo hacer- me reí y él también
-entonces deberías darme un poco de ese vodka- se sentó a mi lado y tomó la botella. Cuando sus dedos rozaron con los míos pude sentir la electricidad en todo mi cuerpo.
Damon era un hombre que te hacía hacer cosas que jamás pensaste que harías, esa noche en su carro nos fuimos a una pequeña cabaña donde iba con mis padres cuando era pequeña, pusimos música y bailamos hasta cansarnos, Damon me había dado vida; estábamos frente a la chimenea y vi sus ojos azules volverse completamente rojos y saltar sobre mi, cuando sentí sus colmillos en mi cuello no grité, unas alas blancas salieron de mi espalda y sentí mi alma liberada. Damon se quedó perplejo y yo estaba muy borracha para entender lo que estaba pasando, me acerqué a el y aunque estaba temblando le sonreí y sus ojos volvieron a la normalidad, puse mi mano en su mejilla y me abalancé sobre el para besarle, beso que respondió inmediatamente.
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Sus labios me devoraban como loco y yo no podía parar de entregarle todo, el miedo que sentía unos cinco minutos antes se habían desvanecido y ahora eran puro deseo, no quería alejarlo de mi y de el sentimiento creciendo en mis entrañas.
La mañana siguiente cuando desperté no lo vi a mi lado y me preocupé pero después lo vi delante de mi con una toalla cubriendo la parte inferior de su cuerpo y pude observarlo bien. Su cara, su torso y todo era perfecto, no le encontraba nada malo.
-creo que se te olvidó mencionar que eras un ángel-se burló mientras se tiraba en la cama y entonces recordé y el miedo me atrapó de nuevo, Damon se percató y solo me tomó de los hombros tratando de calmarme-veo que tu tampoco sabias que eras un ángel-suspiró
-no se como pasó eso-dije cuando recobre el aliento-jamas me había pasado eso ¿un ángel?
-tu hermana también lo era, eso la llevó hasta su muerte-dijo con un poco de tristeza en su voz
-¿conocías a Olivia?-dije y el asintió con su cabeza
-Olivia era mi mejor amiga-carraspeó-todavía recuerdo la ultima vez que la vi, supongo que estas aquí para saber por que murió ¿cierto?
-¿la mató alguien como tu?-mis ojos se empaparon de lagrimas
-algo peor-dijo-la mató un vampiro original.
Después de un curso intensivo, Damon me explicó que mi hermano se había enamorado de un vampiro original llamado Elijah Mikaelson que tenia un hermano híbrido muy poderoso y al darse cuenta de que Olivia llevaba sangre de ángel la cazó y la mató drenando su sangre haciendo a su hermano miserable.
-cuando conocí a Olivia ya ella sabia que era un ángel, lo que no entiendo es como tu no lo sabias-mencionó mientras yo me secaba las lagrimas
-duré varios años por fuera, he estado en un internado-dije-he tenido sueños con mis padres, los veo con alas también y con destellos de luces alrededor de ellos
-esos son sus poderes, anoche tenias destellos de luz también, tienes el poder de ayudar a las personas, cuando me tocaste vi algo bueno de mi infancia que me hizo no matarte y así como esos, los ángeles tienen muchos más poderes.
-¿y puedo volar?-me reí-¿como hago para que mis alas salgan?-toqué la parte superior de mi espalda y sentí el tejido rasposo, me levanté y me vi de espaldas en el espejo, Damon frunció el ceño y yo sentí un poco de dolor al volver a tocar la parte afectada.
-creo que eso lo tienes que descubrir por ti sola-sonrió
-¿y tu que eres?
-soy un vampiro-dijo y sentí escalofríos en mi cuerpo-y casi te mato anoche-se acercó a mi pegando mi espalda contra la pared, solté un pequeño gemido cuando esta chocó
-ya sabias quien era ¿por que matarme?- mordí mi labio inferior
-cuando tengo hambre no me importa quien este por delante, pero cuando me tocaste y vi lo que vi no pude hacerlo, tuviste un efecto grande sobre mi
-creo que entonces me debes algo
-¿que?-sonrió de lado y acercó su rostro junto al mi,nuestros labios estaban a escasos centímetros
-tienes que ayudarme a encontrar respuestas de lo que soy, estoy muy confundida-dije con nervios, su cara estaba muy cerca y quería besarlo con todas las fuerzas de mi alma. Pero el era un extraño y era una criatura de temer, si no hubiese liberado mis alas esa noche tal vez me hubiese matado y dejaría mi cuerpo tirado ahí.
-no confias en mi-rodó los ojos-anoche me viste como Dios me trajo al mundo, creo que eso es mucha confianza-se alejó bruscamente de mi- pero si, te voy a ayudar.
Damon y yo bajamos al sótano de la cabaña donde encontramos en una caja algunos libros, que eran diarios de mis padres, cuando toqué esos libros sentí el calor de mis padres en ellos, es como si estuvieran conmigo en ese momento.
Solo por esa semana me dejé llevar de Damon y aprendí a liberar mis alas, a mostrar mis poderes y en esa semana también me enamoré de Damon, perdidamente, pero le obligué a hacerme olvidar todo lo que sabia, todo sobre él, todo lo que me había contado y sobretodo lo que yo era. Yo quería una vida normal y él me la dio.
