Tina es una chica problematica que ha estado sola desde casi siempre y cuando vuelve a su pueblo natal se da cuenta de muchas cosas, entre esas un gran secreto de su familia.
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"Una semana después"
Después del beso con Damon simplemente huí, cuando Damon me besó sentí un cosquilleo en mi cuerpo que jamás había sentido y me dio mucho miedo. Nos seguíamos viendo ya que todos ahora éramos el team de niñeras de Elena, pero trataba de no dirigirle la palabra.
-Westwood-gritó Stefan y me sacó de mis pensamientos, lo miré y corrí hasta él, nos estaban enseñando a Elena y a mi a pelear
-¿donde está Damon?-preguntó Elena molesta-debió estar aquí desde hace una hora
-ya vendrá, mientras por favor concéntrense, ambas-suspiró y vi un poco de dolor en la mirada de Stefan ¿acaso había pasado algo entre Damon y Elena?. No presté atención y seguí entrenando con Stefan mientras Elena nos miraba, Stefan también me ayudaba a controlar mis alas, todavía no habíamos descifrado si podía volar, pero con el peso de mis alas no lo creía posible.
Como era de esperarse Damon llegó cuando ya habíamos terminado así que decidí irme a mi casa y evitarlo una vez más, no quería pero es que Damon Salvatore me daba miedo pero no del miedo que te hace huir sino el que te atrae, te sofoca, te consume.
-hey-Damon se posó delante de mi, bloqueando mi camino
-voy tarde a una clase extra que tengo Damon, me tengo que ir
-te llevo, se que no has venido en carro-rodé los ojos-no puedes decir que no
-bah, esta bien-el soltó una risita y caminamos hasta su auto.
Estando adentro del automovil sentí ese perfume masculino que recordaba muy bien, me encantaba-cerré un poco los ojos para poder recordar ese ultimo beso.
-Tina-me llamó y junté mis ojos grises con los azules de él
-Damon-dije con la voz quebrada
-se que he sido un hombre fatal-suspiró-tienes todo el derecho de no querer estar conmigo. He lastimado a mucha gente entre esos a tus amigos, se lo que hice con Caroline y lo entiendo, merezco todo el odio del mundo, pero simplemente no puedo soportar que tu también me odies-sus palabras fueron sinceras y yo me quedé sin voz, nada salia de mi boca.
Después de ese silencio incomodo, me bajé del auto y el también, lo mire y caminé lejos. Tenia muchas cosas que decirle, quería decirle que no lo odiaba pero mi cuerpo no me daba, pero no dejé que eso me definiera y corrí hasta él, este me tomo en sus brazos y lo besé brutalmente, como si no hubiese un mañana.
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