Sin habitaciones (Charlastor)

Capítulo 8

Seguido de Alastor subí a la habitación, que por suerte no me cerró la puerta en la cara.

Entramos, y él como el flojo que es, chasqueó los dedos y cambió su traje por su pijama. Ya desearía yo poder hacer eso. Pero no. Así que me paré y me fui a cambiar al closet. Cuando salí me aventé a la cama porque estaba cansada. Ya después me acomodé para dormir.

Durante toda la noche no me desperté ni una sola vez, fue un milagro poder descansar bien.
Cuando desperté, me desperté sintiéndome bien, pero recordé que hoy haríamos prueba de nosotros atender a los del hotel y no parte del "staff" que teníamos para eso.

Ya era un poco tarde y Alastor seguía dormido.

Con las pocas fuerzas que me quedaban moví un poco a Alastor para despertarlo,

"Alastor.... Alastor... despierta dormilón." Decía en voz baja

Gruño y poco a poco se despertó, hasta por fin poder sentarse en la cama.

Me paré, y fui por un café solo para tener un poco más de energía al empezar el día. Por no ser mala onda serví una taza para Alastor.

Subí con cuidado y entré a la habitación. Me reí un poco al verlo porque estaba todo despeinado y apenas y sabía en donde estaba. No puedo creer que ese sea de los demonios más poderosos y solo parezca una bola de pelos cuando se despierta.

Le pase la taza y con sus pocas fuerzas la tomó.

"Gracias, Charlie." Dijo con su voz ronca de que apenas se estaba despertando

Le sonreí y me senté en la cama a leer un ratito en lo que me tomaba mi café y los demás se despertaban.

Alastor no tengo idea de en qué pensaba. Pero, estaba soñando despierto mientras se tomaba su café.

Nos terminamos nuestros cafés al mismo tiempo. Me pasó su taza y baje a lavarlas.
Después volví a subir y Alastor me ganó para bañarse. Aprovechando agarre mi ropa, la aventé a la cama y me dormí unos 10 minutos más. Después a Alastor le tocó despertarme a mí. Ya cuando por fin recuperé mis fuerzas me paré para meterme a bañar.

Terminé y vi que Alastor me estaba esperando para poder bajar.

"Vaya mañana tan silenciosa." Dije. "Ahora si no has ni hablado Al."

"¿Tengo que hablar siempre?"

"No, no. Es solo que eres bastante parlanchín, y esta vez estabas más dormido que despierto."

Me acerqué a la puerta y la abrí.

"Las damas primero." Le dije a Alastor en tono más grave de broma.

Me dio un zape y me empujó para hacerme salir a mi primero.

"¡Oye! ¡No me andes pegando!" Le dije en tono enojado

"Pues tú y tus chistes querida."

Bajamos y todavía no había nadie, lo cual se me hacía raro porque les había pedido que se despertaran temprano.

Y por esto mismo me tocaba cocinar con Al.

"Bueno, somos tú y yo de nuevo." Dije en tono decepcionado. "¿Qué quieres desayunar?"

"Hagamos tu especialidad."

"Mi especialidad... ¿Y esa cuál es?" Pregunté un poco confundida

"Tus pancakes. Siempre me fascinaron."

"Oh, ¡vaya! Eso no lo sabía. Si me hubiera enterado antes los hubiera hecho más seguido."

"Bueno, ¿te ayudo?"

"Por favor."

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Cocinar con Alastor fue un desastre. Este no se estaba en paz y quería hacer todo. Pero a la vez me divertí mucho. Era muy gracioso pelearse con Alastor para que me diera el batidor, pero como no lo soltaba, la mezcla terminaba por todos lados. Terminamos llenos de comida pero salieron bien los pancakes. Salimos a ponerlos en la mesa aun riéndonos por el desastre que somos para cocinar y mande muchos mensajes para ver si ahora si bajaban a desayunar.
Me senté a esperarlos y llegó Alastor con un trapo húmedo a limpiarme un poco la ropa y cara.
Yo me sonrojé por esto mismo, no puedo creer que haya venido a limpiarme.

"Querida, alza la cabeza que tienes un poco ahí."

La alcé y me limpió.

"Gracias, Al."

"De nada, dulzura."

Ahora que lo notaba, me había empezado a decir dulzura más seguido.

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Bajaron todos y comenzamos a desayunar por fin. Y de nuevo, Alastor había sido astuto y se había robado el lugar habitual de Angel.

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Cuando terminamos de desayunar le pedí de favor a Alastor que hiciera su magia para que los platos se lavasen sin necesidad de que alguien los lavara.

"Bueno chicos, tenemos que ir a atender y habla con los huéspedes." Dirigí mi palabra a los que eramos parte del staff.

"Entiendo que esto va a ser raro porque Razzle y Dazzle son los que siempre nos hacen el favor de atenderlos, pero hoy decidí que por fin tendrían un descanso."

Fui a cada habitación a dejar una nota de que bajaran al salón principal para poder charlar un rato.

Por suerte, la mayoría llegó puntual, y pude empezar a hablar.

"¡Hola a todos nuestros huéspedes! Pues, los reuní aquí para platicar un poco con ustedes. Como sabrán, el hotel no cuenta con un restaurante, o bueno, no contaba. Porque ahora, ¡pues contamos con uno! Apenas terminamos de remodelar esa parte y hoy la podremos abrir al público. Pido que nos tengan paciencia. Nunca habíamos pasado por esto. ¿Hay algún inconveniente que nos quisieran compartir?"

Todos se quedaron callados, así que lo tomé como que no había inconvenientes lo suficientemente importantes como para tener que ser compartidos.

Voltee a ver a Vaggie, quien solo levantó los hombros sin saber que hacer después.

"¡Bueno! Pues, acompáñenme para que pueda darles un desayuno a quienes quieran, porque sé que algunos de ustedes ya han desayunado."

Me quité de la entrada, y les cedí el paso, había muchas caras serias y otras llenas de curiosidad y/o de asombro.

Se sentaron donde se les dio la gana, algunos se pelearon a golpes por ganar algún lugar, así que algunos estaban enojados por no conseguir el lugar que querían. Yo no le di importancia, yo estaba feliz porque los lugares habían alcanzado.

Niffty me hizo el favor de pasar menús por las mesas. Después Husk fue pasando por cada mesa anotando que quería cada quién. Y como siempre, terminamos siendo Alastor y yo en la cocina. Vaggie nos ayudaría a llevar la comida a las mesas correspondientes. Esto se iba a poner difícil.

Pero era un trabajo que estábamos dispuestos a hacer, en lo que conseguíamos ayuda para esto. Aunque claro, le pedí a Vaggie que me ayudara entrevistado a quienes nos quisieran ayudar a administrar el hotel.

Empezaron a llegar los pedidos y Alastor y yo no volteamos a ver con determinación. Comenzamos a mezclar ingredientes y a prender hornillas, si a alguno se le olvidaba algo el otro lo notaba y le ayudaba. Como eramos la peor mezcla de cocineros, volvimos a hacer un desastre por todos lados, pero la comida salía mejor de lo esperado.

Terminamos de llenar los pedidos y Vaggie fue llevando los platos. Voltee a ver a Alastor, los dos teníamos la respiración agitada por hacer todo tan rápido. Le sonreí dándole un pulgar arriba. Lo mismo hizo Alastor, pero como este siempre sonríe solo mostro los dientes.

Por suerte, solo nos llegaron unos pocos pedidos más que pudimos completar rápido.

Terminando, le dije a Niffty que no se preocupara por limpiar, que yo lo haría. Pero al salir Niffty de la cocina del nuevo restaurante se asomó Alastor y chasqueó sus dedos para dejar todo reluciente.
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Ya era de noche cuando terminamos de recoger todo, y regresamos cansados a la habitación. La mayoría del tiempo entrábamos juntos y nos quedábamos dormidos al mismo tiempo. Pero esta vez Alastor estaba escondiéndome algo detrás de su espalda.

Mejor decidí no involucrarme en asuntos que no son míos y pensé que era mejor ignorarlo.

Me fui a cambiar y al salir ya con la pijama puesta y sentarme en la cama Alastor tocó mi hombro de manera inesperada, por lo cual me asusté.

Alastor quitó sus brazos de su espalda para darme una hermosa rosa.


Yo me asombré ante este detalle, se me hizo muy bonito de su parte.


"Alastor, ¿en verdad esto es para mí?" vaya pregunta más estúpida que hice.


"¿Para quién más podría ser?"

Me sonrojé y me abalancé a abrazarlo, pero al segundo me arrepentí recordando que a Alastor no le gusta ser tocado.

"¡Perdón perdón perdón!, Me emocioné." Dije con la peor sonrisa nerviosa que pude haber dado.

"Está bien dulzura, tú solo tómala con cuidado y ponla en un vaso con agua." Terminó con su ahora típica sonrisa tierna.

Tomé la rosa con cuidado de no pincharme con alguna espina, agarré uno de los vasos que tenía en mi mesita de noche, me paré y fui al baño a llenarlo de agua.
Metí la rosa y la vi por un momento, regrese a un lado de la cama y la coloqué.

"Muchas gracias Al. En verdad aprecio mucho este regalo."

Pude notar un leve sonrojo en la cara de Alastor, ¿podría ser que se había embriagado y yo no me había dado ceunta? Como sea. Ya era hora de dormir.

"Bueno Al, ve a ponerte la pijama y ya vámonos a dormir." Dije mientras me metía entre las sábanas.
Como no era de esperarse, solo chasqueó los dedos y ya tenía la pijama puesta, se metió entre las sábanas para dormir.

"Alastor, algún día deberás enseñarme a hacer las cosas más fácil solo chasqueando los dedos."

"Algún día te enseñaré. Pero ahora, déjame dormir. Buenas noches."

Apagué mi lámpara y en poco tiempo me quedé dormida.