So what if i love you (T/N y Yoongi)

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Narradora.

El motor del coche empezó a rugir interrumpiendo el silencio de la noche.

T/N se encontraba en el interior de la casa, y al escuchar esto, salió a la entrada extrañada. Preparándose para la peor elección de su vida.

¿Con papá o con mamá?

Por aquel entonces T/N no era más que una chiquilla de ocho años cuyos padres la estaban poniendo en una situación que la superaba con creces.

X- Venga amor... Te vas a quedar con tu mamá ¿Verdad?

X- Venga, Carol, no presiones así a la chica.

Un hombre se encontraba en la acera, apoyado en el coche anteriormente mencionado expectante a la situación provocada en parte por él. Era de una corta estatura, y llevaba consigo una perilla negra como el azabache.

T/N estaba confusa, no comprendía porque su papá estaba afuera a punto de irse en aquel coche de color blanco, y tampoco entendía porque su madre la hablaba tan rápido y nerviosamente.

- Venga cariño, vamos a entrar en casa ¿Si?

- Pero mamá, hay que decirle a papá que entre también, si no se va a poner malito.

- Pero es que papá se ha portado muy mal ¿Entiendes? Está castigado.

- Pero yo quiero ir con papá.

- Cariño - La mujer estaba empezando a perder la paciencia y estaba haciendo todo lo posible por conseguir que su hija entrara en casa- Entramos en casa y lo hablamos. Venga.

Cansada de la situación le agarró a su hija con cuidado el brazo y la instó a moverse hacia atrás.

- ¡Quiero ir con papá!- T/N gritó mientras se zafaba del agarre su madre.

-¡Pues no puedes ir con papá! - la volvió a agarrar con fuerza el brazo pero está vez la reacción de su hija fue morderle el brazo provocando que su madre soltara el agarre y comenzó a correr desesperadamente hacia su padre.

Este, recibió a su hija con un fuerte y cálido abrazo.

Se arrodilló quedando a la altura de T/N

- ¿Estás bien princesa?

- Mamá es mala, no me deja estar contigo.

- ¿Te quieres venir con papá?

- Si...

Sin perder más tiempo el padre metió a su hija en el coche, la cual cogió un paquete de galletas que se encontraba en el asiento del medio. Y empezó a comérselas alegremente.

Tan alegremente que no se percató de los gritos de su madre llamándola con una voz desgarrada.

Finalmente, el coche arrancó y comenzó a alejarse de la casa a la cual ninguno de los presentes en el coche volverían a entrar.