PROLOGO

29 1 0
                                    

Eran las siete y media de la mañana y yo ya estaba lista, solo faltaba desayunar, me serví alrededor de 10 panqueques, tostadas con nutella, un cupcake ; me comí todo en 5 minutos y partí a la escuela.

Al llegar  estaba todo como siempre, la gente burlándose y susurrando al verme pasar, pero ¿Qué se podía esperar de una adolecente de 15 años con 83 kilos?, pero no me afectaba tanto, tenía a Devon.

Decidí ir al baño antes de empezar clases pero antes de entrar escuche a Devon y a Annabella, la curiosidad me hizo quedarme ahí para escuchar, mala idea.

-          -Y entonces ¿si van a la fiesta conmigo?- dijo Devon

-        -  Y ¿Laurette?- dijo Anabella con burla notoria en su voz

-          -¿laurette? ¿qué tiene que ver ella?

-         - Ella está loca por ti, deberías ir con ella - y después soltó una carcajada

-         - Ella no es mi tipo

-         - ¿dices eso porque es gorda?

-         - ¿Qué? No

-          -¿enserio?

-         - Bueno si es por eso, pero es muy buena persona y eso es lo que importa de ella.

         y ambos soltaron una carcajada

          - Okay, iré contigo

es muy buena persona” eso retornaba en mi mente,¿como pudo decir eso? el era mi mejor amigo, entre al baño con un nudo en mi garganta, pero no iba a llorar, llorando no solucionaría nada, me mire al espejo con asco ¿Cómo pude llegar tan lejos?, pero una chispa de esperanza nació en mi, entre en un cubículo, metí dos dedos a mi boca y vomite todo lo que había comido y un poco más, pero no se sentía mal, me relajaba.

Salí del cubículo me lavé la cara y prometí frente a mi propio reflejo no volver a comer, aunque sabía que era mi perdición, en mi interior quería hacerlo, me lo merecía por ser una estúpida obesa aunque eso fuera cavar mi propia tumba.

Everything what you causeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora