Primer canto

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Aquel que ha sido condenado al castigo eterno por su desobediencia yace deambulando cual vagabundo en el abismo sin señales de vida de alguna otra presencia. Aquel conocido como el máximo perdedor de la historia, del que desde nuestro nacimiento juzgamos sin preguntar nada;  lleva en su pecho una profunda agonía y el rencor de haber sido injustamente juzgado en su mirada.

Lucifer
(Deambula por el Limbo)
Puedo ver a través de los infinitos eones y las turbulentas aguas del mar del espacio y el tiempo porque estoy desde el principio y estaré hasta el final de este cuento. Camino entre este pedazo de piedra llamado tierra y veo a mi creación y digo mía porque fue por mi que tienen ese don que les permite ser quienes son. Camino meditabundo, cabizbajo, camino pensando en si mi actuar fue producto de mi libertad o también fue planeado por aquel que detesto con maldad. Fruto de mi animadversión, el creador de todo, aquel que da y quita, que tiene planeado las traiciones y las conquistas. A veces me pregunto ¿Fui libre o solo fui una marioneta de su "gran plan"? Camino y veo el producto de mi actuar; veo al hombre y a sus hijos, veo madres y hermanos, veo civilizaciones que se levantan de entre las arenas y otras que se convierten en polvo y cenizas tras la hambruna y la guerra. A veces me pregunto ¿Qué hubiera sucedido si doblaba mi rodilla a pesar de la distancia? ¿Podría vivir, como el ser inmortal que soy, sabiendo que la felicidad que ellos gozaban era fruto único de su ignorancia? No, lo hecho, hecho está y si tengo que pagar cada pecado cometido y ejecutado que sea en nombre de la libertad.




San Miguel
(Aparece de entre las sombras)
-Bonitas palabras para un mentiroso.

Lucifer
-Cierra la boca, Miguel. Yo sé de mentirosos y charlatanes, sofistas y fariseos y ni tú ni tu amado pastor sabrán el sufrimiento que cargo sobre mis hombros y el ardor que soporto sobre mi pecho. 


San Miguel
-Siempre tan trágico y agobiado, oh, Lucifer. ¿O cómo debería llamarte ahora? ¿Con qué apodo te piensas esconder? 


Lucifer
-Tú conoces todos los nombres que se me ha dado, pero ahora conversemos, oh hermano. Como los seres inmortales que somos en este extraño plano. 


San Miguel
-Bueno, basta de palabrerías. Llegué aquí por un motivo y es tu intromisión en el mundo que se nos fue prohibido pisar lo que me obliga asir el puñal de mi espada infernal o tendré que sacarte a la fuerza de este infierno terrenal.


Lucifer
-Espada bastarda y cobarde ¿Cómo olvidarla? Su hoja templada y su fuego danzante -Lucifer señala con su dedo uno de los cachos que yacen sobre su cabeza- que deformó la forma ya deforme que se me dio por mi desobediencia o debería decir: por mi búsqueda de la conciencia.


San Miguel
-Oh Lucifer, que en un momento fuiste mi amigo y compañero, que por Dios fuiste nombrado como el ángel más bello. ¿Qué le sucedió a tu devoción y obediencia?


Lucifer
-¡Los abandoné por el fruto de la ciencia!


San Miguel
-El fruto prohibido...


Lucifer
-¡El fruto del conocimiento científico! 


San Miguel
-¡Destruiste el hermoso plan!


Lucifer
-¡Les entregué la libertad!


San Miguel
-Ahora solo hay muerte y dolor...

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⏰ Última actualización: Jun 03, 2020 ⏰

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