XX. Sonrisas y besos

12 7 2
                                    

Capítulo 20: Sonrisas y besos

No sabía porque pero tenía unas inmensas ganas de besar a la chica que tenía en frente, sería por esa enorme sonrisa que hacía que sus ojos se achicaran y se le formaran pequeños hoyitos en sus mejillas, o acaso por lo linda que se vestía hoy con un vestido que le quedaba tan bien y que jamás la había visto usar, Darren no sabía porque pero no podía dejar de ver a Grace, aún no habían hablado sobre su situación pero cada día se convencía mas de que estaba locamente enamorado de ella, es que el verla, abrazarla y estar con ella era tan bueno y a veces como si siempre hubieran estado juntos que no quería alejarse de ella.

Verla sonreír era algo de lo que se sentía tan feliz, después de todas las cosas que le había sucedido podía decir que era lo que más anhelaba, aquella chica que parecía no tenerle miedo a nada, en cada concurso de taekwondo en los que participaba siempre parecía como si estuviera dispuesta a comerse en el mudo solo con esa firmeza de carácter, la vio sonreírle y no pudo evitar el impulso de acercársele y tomarla de la mano, esa semana en la que no parecía querer despertar fue uno de las razones para entender que no podría vivir si ella no existiera, a menos su vida jamás seria la misma.

― ¿Quieres un helado?― la vio asentir y llevo al puesto de los helados, sabía que su sabor favorito era el chocolate, lo descubrió un día hace algunos años cuando aún parecían querer matarse entre ellos.

Era el momento justo para hablarle sobre sus sentimientos, porque estaban solos y ya ambos eran lo suficiente mente capaces de decir las cosas de la manera más directa, sintió muchos nervios al pensar que tal vez no sentía lo mismo por él y eso haría que no se hablaran jamás, pero el que no arriesga no gana y si deseaba ser su novio de verdad al menos debía intentar ser sincero con ella. Recordó lo días en los que pelearse era tan fácil para ellos que no entendía y lo lograría a hacer como es que alguien juzga a los demás sin saber que hay más allá de esa sonrisa tan bien fingida, las ganas de pelear y los momentos en los que los golpes se convierten en uh a realidad tan cruel para un apersona que a veces creemos que no le falta nada.

― Tengo algo que decirte―hablar de sus sentimientos sin duda era lo que menos se imaginó hacer con ella, ambos se parecían tanto en eso― yo...

― ¿Te gusto?, ya lo sé, en realidad lo he sabido desde hace algún tiempo solo que en ese momento de verdad que no tenía cabeza para pensar en ti de esa manera―Darren no se imaginó escucharla decir algo así... ¿de verdad era tan obvio?― tambien eres muy importante para mí, pero aun no estoy preparada para salir con nadie por lo menos no de esa manera―ambos se miraron a los ojos, lo sabían, tenían sentimientos el uno por el otro.

Aunque parecía que estaba siendo rechazado en realidad no lo sentía de esa manera era lo más normal que después de todo lo que había pasado y que aún no podía decirle que era lo que le había sucedido para llegar a suicidarse muchas cosas tenían que pasar para que al fin se sintiera preparada a abrir su corazón hacia él. Sin saberlo el tiempo paso volando y entre risas pequeñas y casi imperceptibles el ambiente se sintió más cálido tanto para los dos como para sus amigos, todos podían notar el como aquella chica quien paso tantos días entre lágrimas y desesperación volvía a sonreí a como michas veces lo hizo.

Su domingo comenzó algo tranquilo, las pesadillas en algunos meses constantes hace algunos días dejaban de atormentarla, Grace tenía una visita importante como todos los domingos, realmente le alegraba que Kail pudiera venir nuevamente y que no le pidiera ir a su consultorio, tenía algo de pánico de acercarse a un hospital aunque intentara negarlo, bajo a recibirlo con una sonrisa pequeña pero real, tan real como el aire, era alguien en quien confiaba y a quien contarle sus problemas era tan fácil.

―Vienes más temprano eso es muy bueno―caminaron a la sala de estudio y se sentaron uno frente al otro―tengo algunos recuerdos que compartir contigo―en esos momentos era mucho más fácil el poder hablar de lo que le pasaba y de ese terrible suceso de hace algunos años.

Novio por conveniencia / CompletaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora