Cap 5 - Hacienda Rubio/Alonzo Parte 3

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Narra Adam.

Me vine a mi habitación después que mis padres me preguntarán que hice para evitar que el imbécil de Jos Canela nos encuentre, sobre todo a mi hermana Emilia. Obviamente no iba a ser estúpido como para estar dando detalles de lo que hice. Después de ese día, juré que nadie, absolutamente nadie iba a saber lo que sucedió, ni siquiera mi propia familia, juré que me llevaría este secreto hasta el final de mis días.

El único que conoce mi secreto es mi padrino Emir Kozcuoglu. Él fue quien me ayudó con esto. Esta noche pienso ir a visitarlo para hablar del tema, le voy a decir que casi cometo la estupidez de revelar nuestro secreto, pero que al final no pasó nada. Si pienso ir a verlo esta noche es porque no quiero que mis padres me pregunten a donde voy a ir y no voy a saber que contestar. Yo sé que si digo una pequeña mentirita, no me creerán; esperaré hasta que todos se hayan ido a dormir, yo sé cómo burlarme de los guardias. 

A mí nunca me cayó bien Jos Canela y por eso hice lo que tenía que hacer con él. Yo soy capaz de todo por defender a mis hermanas y eso fue precisamente lo que hice. Defendí a mi hermana Emilia de ese imbécil, él no dejaba de acosarla cuando vivíamos en Cuernavaca, incluso la celaba cuando algún chico quería acercársele para ser su amigo hasta que decidí ponerle fin a ese horrible capitulo.

Lo único bueno que ese idiota le dejó a mi hermanita fue mi sobrina Martina quien tiene sólo tres años. Ella es la razón por la cual huimos de Cuernavaca, teníamos miedo que el idiota de Jos se la fuera a quitar a mi hermana y por eso también hice lo que hice, no iba a dejar que ese imbécil hiciera sufrir a mi sobrina. Cuando llegamos aquí a la Cuidad de México, mis padres propusieron hacer pasar a Martina como mi hija con tal de evitar que el embarazo de mi hermana salga a la luz, a lo que mi hermana accedió.

 Hicimos creer que la madre de Martina era una chica con el nombre de Olivia Granados, una chica con la que yo había pasado el rato antes de venirnos y conocí a Aracely Álvarez, la chica quien me tiene enamorado. Yo no entiendo porque evade mis palabras de amor, siempre que digo que sólo con ver su hermoso rostro me hace sentir mejor cada vez que estoy de malas; ella siempre cambia de tema. Su actitud me hace pensar que tal vez José Luis sea un poco celoso con ella por ser su hija menor y tal vez quiere evitar problemas.

"¿Mi niño, vas a almorzar abajo?" Escuché a mi nana preguntar tras el otro lado de mi puerta.

"Si nana, enseguida bajo." Dije sonando normal.

Yo sé que si no bajo, daría a entender que estoy ocultando algo; pero también estoy consiente si bajo, mis padres me van a volver loco con un chorro de preguntas acerca de lo que dije hace rato y no voy a saber que responder, primero necesito hablar con mi padrino, seguro él va a saber que puedo decirle a mi familia. Me levanté de mi cama respirando hondo y finalmente salí de mi habitación y bajé al comedor, donde todos me miraban con una mirada de intriga.

"¿Ya te sientes mejor?" Pregunta Abel.

"Si." Dije con simpleza al tomar mi siento enseguida de Martina.

"Adam, queremos saber qué es lo que estás ocultando y no te vas a ir del comedor hasta que nos hayas dicho que es lo que ocultas." Me advierte mi madre.

"Mamá, no creo que sea una buena idea hablar de eso, al menos esperemos hasta que Martina se haya ido a jugar después que haya terminado de comer." Propone Emilia.

"Mi hermana tiene razón; no queremos que mi sobrina escuché una discusión; por suerte no escuchó la discusión que tuvimos en la mañana, ya que había desayunado en su habitación." Dice Lorena.

"Está bien, concuerdo con ustedes, yo tampoco quiero que mi adorada nieta escuché una discusión." Responde mi madre con una sonrisa al ver a Martina. 

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