dominio

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 Una noche de invierno, nuestra amistad tomó un giro inesperado. Estuvimos bebiendo vino en mi cuarto , yo sentada a mi sofa y él en la alfombra. De repente se puso de pie detrás mio y me cogió el pelo. Al notar el frío contra mi nuca, se me puso la piel de gallina enseguida. Después percibí su aliento caliente en mi cuello y empezó a darme mordiscos y lametones, más iba bajando, más placer sentía, mis pezones estaban que iban a explotar, le cogí del pelo diciéndole cabron, así me vas a mojar, más énfasis le daba a las lamidas recorriendo toda la piel.

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