RED

¿Por qué quiere matarte?

Responder aquella pregunta era algo complicado para Adam ¿conocía realmente el motivo? Tuvo que sumergirse en los orígenes de su vida. El chico provenía de una familia de nobles, muy poderosa, conformada por sus padres y su hermana mayor llamada Alanna, todos en su familia habían adquirido la magia de agua, sin embargo el desde pequeño tenía un guardián, que un día se desplegó de su propio cuerpo para protegerlo, el chico decidió llamarlo Red, por su llamativo cabello rojo. Red solo se diferenciaba físicamente de Adam por el cabello, y sus ojos, cargados de emociones oscuras. Toda la familia temía un poco de Red, pero con el tiempo, supieron que gracias al guardián, Adam era capaz de cumplir con sus expectativas. Como la vez que los padres del chico querían enviarlo a estudiar lejos, para apresurar sus estudios, aunque él no quería. Así que sus padres hablaron con Red, le comunicaron que en ese momento era importante que Adam terminara sus estudios cuanto antes, de esa manera él podría tener un buen futuro, podría comenzar a encargarse de las empresas de sus padres a una edad más temprana y adquiría experiencia con el apoyo de sus padres. Si Adam siguiera el camino normal demoraría, ellos podrían no estar presentes para ayudarlo en la dirección de la compañía y quizá su pequeño caería en desgracia. Todo eso fue suficiente para que Red actuara. Buscó al chico y comenzó a susurrarle al oído los peores miedos de sus padres como si fueran los propios del joven. "Te quedarás en la calle, habrás decepcionado a tus padres, debes asegurar tu futuro para proteger a tu hermana". Y lo logró, el chico fue al otro lado del mundo, durante dos años, estudió día y noche. Para volver pronto al hogar. Jamás perdió contacto con Alanna, quien se había ofrecido de voluntaria no solo para ir a estudiar fuera, sino que para tomar gustosa el lugar de su hermano, para dirigir las empresas de los padres. La negativa de los padres fue justificada por la siguiente expresión "Eres una chica".

Adam pasó los siguientes años, no solo terminando sus estudios básicos, sino que tuvo estudios superiores. Aprobaba cada curso, porque quería volver pronto con su familia, cada una de sus vacaciones Alanna fue a verlo. Durante el año sentía que estaba sumergido en agua pantanosa, sin poder respirar, pero cuando Alanna llegaba era como salir a la superficie y respirar el aire puro. Luego de cuatro años, debía volver y hacerse cargo de la empresa de sus padres. Tenían preparada una fiesta para recibirlo. Quizá Adam hubiera estado feliz de no haber pasado un infierno los últimos cuatro años. Adam no estaba triste, ni enojado, si se pudiera definir de alguna forma, el chico estaba roto, en algún punto, cuando se dio cuenta, de que había cedido su voluntad a otros, algo se rompió dentro de él, y dejó de sentir, dejó de vivir.

- Alanna sigues tan fea como siempre -dijo Adam en un tono burlesco

- ¡Cállate idiota! – dijo mientras le pegaba un coscorrón en la cabeza- Tienes suerte de que te he extrañado – mientras Adam se quejaba escandalosamente del dolor, la chica lo abrazó.

- Sabes que cuando nuestros padres mueran me fugaré muy lejos y tú serás la dueña oficial de todas las empresas.

- Espero que para entonces no hayamos perdido todas nuestras inversiones.

- ¿Qué es una inversión? -Alanna le pegó otro coscorrón en la cabeza.

En la fiesta Adam se encontró con sus amigos de la infancia. Estuvo bromeando con todos durante toda la fiesta. Al finalizar la fiesta Alanna se reunió con su hermano. Indignada le contó lo que había oído durante el evento. Uno de los padres de los chicos había llamado a Caín, uno de los amigos de la infancia de Adam, y Alanna los había seguido hasta el despacho. Ahí escuchó, que en caso de que su hermano, se encontrara física o psicológicamente incapacitado, todas las empresas quedarían a cargo de Caín, pues había demostrado ser un amigo leal y confiable. Esto solo por precaución.