Estaba en un lugar oscuro, un vacío al que no había absolutamente nada. Mis ojos estaban abiertos y aún así no veía nada. Mi cuerpo se sentía algo raro, como si estuviera sumergido bajo el agua, estaba cálido. Intente mover mi cuerpo con desesperación, pero solo para golpeaba algo suave. Sentía mi piel rozaba esa suavidad, tanto como mis brazos y cabeza rozaba ese suave tejido que me rodeaba por todo mi cuerpo. Me pregunte como había llegado en ese lugar cálido y oscuro, y por qué estaba encerrado. Lo único que recuerdo al sentir esa misma experiencia, era cuando estaba usando ese horrible traje de ardilla...
Ardilla... O si. Ahora lo recuerdo.
Todo esto empezó con esa supuesta superstición que mi hermana Lynn había hecho. Claro... el partido de baseball que mi hermana me obligó ir, en que ella perdió humillantemente contra un mejor equipo. Vaya la sorpresa.
Todavía recuerdo ese día que mi hermana había comenzado decirme que llevaba mala suerte, vaya tontería. Claro me alegraba un poco que mi hermana dejaba de buscarme para ser su saco de practica, pero luego se volvió algo molesta, ya que empezaba decir que realmente portaba la mala suerte. Mis demás hermanas nunca creyeron en esa superstición, y solo seguimos como si nada hubiera pasado, pero al ver como Lynn me excluía de todas sus actividades, fue ahí que se me ocurrió la idea de usar esa superstición para así poder tener tiempo a solas.
El plan funcionó bien.
Todas mis hermana creen que doy mala suerte, y gracias a eso me exclúyelo de todas sus activadas. Por fin tenía la casa para mi solo, he hice muchas cosas que siempre quise hacer, todo parecía ir bien, no solo mi mentira hizo que mis hermanas se creyeran que daba la mala suerte, si no también mis padres, tanto que ahora ellos no me quería ni cerca por temor en darles mala fortuna. Al principio no lo tome enserio, ya que ahora podía comer en la sala y disfrutar un poco viendo la televisión, todo parecía ser bueno, incluso el rumor se esparció afuera de la casa.
La escuela los bravucones que me molestaba no se atrevía acercarse a mi por temor a mi mala suerte, incluso mis amigos temieron un poco, pero cuando expliqué que solo lo usaba para beneficiarme y así tener tiempo a solas, ellos lo tomaron con tranquilidad. Todo parecía bien...
Hasta que la mentira comenzó a salirse del control.
Luego de pasar los días, mis hermanas ya no me quería que durmiera en el mismo techo, incluso sellaron mi habitaron con bordes, tampoco podía ir en salidas familiares, ya que temieron que mi mala suerte podría traerles desgracias, incluso ya estoy comiendo afuera de la casa, y para el colmo, me duermo afuera del patio trasero.
Mi mentira pudo haberlos engañado bien, pero esto ya estaba saliendo fuera de control. Trate de razonar con ellos, pero sus actitudes supersticiosas no los convencían. Me di cuenta que no había forma de que ellos me creyeran, así que tuve que pensar en un plan.
Sabía que Lynn tendría un partido de baseball, así que decide estar allí. Tenía que demostrar a mi familia que no daba mala suerte, así que me disfracé de la mascota del equipo para así poder escabullirme y demostrarles que mi presencia no daba mala fortuna, y cuando mi hermana había ganado el juego, ahí fue el momento perfecto en revelarme y asi demostrarles que no daba mala suerte. Parecía que todo iba regresar a la normalidad...
Pero al parecer.... estuve equivocado.
Claro estaba feliz de que mi familia ya no me veia como alguien con mala suerte, pero sólo cuando está usando el traje. Pero luego las cosas comenzaron a... cambiar.
Mis hermanas me comenzaba a exigir que viniera más seguido con sus actividades, ya que según piensa, doy buena suerte, así que asistí a sus eventos. Todo parecía que iba bien, mis hermanas comenzaba a tener buena racha, he incluso ganaba más en sus eventos, yo por mi parte me sentía cansado, y el calor del verano no ayudaba, de ves en cuando me quitaba el traje para tener algo de brisa, pero ahí fue que las cosas cambiaron.
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Una oportunidad de vivir de nuevo
FanfictionMi vida fue buena: Una gran familia amorosa, amigos que siempre me cuidas mis espaldas, y una increíble relación con mi novia, pero todo lo bueno tiene que terminar después de un suceso que ocurrió. Es increíble que una superstición como "la mala su...