Cuando la guerra se acerca los niños no tienen otra opción que dejar su hogar e ir a un lugar más seguro, ese es el caso de los Thomson y los Pevensie, ambas familias se cruzan en el tren pero no esperaban volver a verse en un mundo mágico que está...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La familia Thomas estaba en los asientos de la estación esperando la llegada del tren, su tía estaba junto a ellos
Tenían planeado ir a la casa de una amiga de la familia que vivía en el campo llamada Polly por la guerra ya que el lugar en dónde vivían no era seguro
El pequeño niño temblaba del frío y su hermana mayor lo abrazaba para reconfortarlo ya que igualmente el pequeño Noah tenía miedo de abandonar su hogar y a su tía
Se escuchaba como el tren se acercaba cada vez más por el fuerte ruido que hacia en las vías, los hermanos tomaron sus maletas rápidamente y empezaron a despedirse de la mayor de 37 años, que era un mar de lágrimas y los hermanos no eran la escepcion. La familia lloraba esperando y rezando volver a verse
El tren se detuvo frente a ellos y tras un último saludo subieron al tren que ya estaba lleno de niños, los Thomson avanzaron tratando de no mirar la ventana del lado en que se encontraba su tía, los 4 hermanos caminaban por el estrecho pasillo buscando un lugar donde sentarse
- quieren sentarse con nosotros? - pregunta una voz, los cuatro voltean y se encuentran con una cabina, habían cuatro personas en ella, al parecer el rubio que parecía ser el mayor había hecho la pregunta
El pequeño estaba por caminar y sentarse junto a ellos pero La mayor se adelantó y lo tomó de la muñeca para atraerlo hacia ella
- no - su respuesta fue tan cortante que sorprendió a sus hermanos, el rubio se quedo enojado tras la respuesta de la chica y no pudo evitar darle una mala mirada
sin embargo Belén, la mayor, siguió su camino hasta encontrar otra cabina que estaba vacía con sus dos hermanos caminando tras ella, la única que se quedó con el pequeño grupito de cuatro fue Emma
- perdón, no suele ser así - respondió emma disculpándose por la actitud de su hermana, los cuatro llevaron la vista hasta la que habló pero la mirada más prenetante fue la del pelinegro, ella lo noto y conectaron miradas unos segundos hasta que el llamado de Ian la trajo de regreso al mundo y caminó hasta sus hermanos
Tomaron asiento esperando llegar a su destino mientras que en la cabina de los Pevensie, Edmund se quedo mirando a la ventana con una sonrisa hasta que la voz de su hermana chica lo saco de aquel trance en el que se encontraba el chico.
¿Quien diría que el camino de ambas familias volverían a juntarse y tendrían una aventura que jamás imaginaria tener?
