CAPITULO II.Malentendidos

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Después de que llegamos a nuestro destino, salimos de el elevador, pasamos por un largo pasillo que si me diera el lujo de describirlo, no seria para nada difícil, ya que era un pasillo algo obscuro y largo.

-Bre...- enmudecí antes de cometer un error -Omega.

-Si diga- me respondió ignorando el error que casi cometí, no me acostumbraba aun a estar diciéndole apodos o nombres clave a la única persona de confianza que tengo.

-Te puedo preguntar algo...

-Por supuesto.

-Perdona me si soy entrometida, pero.... ¿Por qué tu nombre código es Omega- pregunte algo avergonzada no quería sonar chismosa, ni mucho menos que me echaran de algo tan importante al primer día, o primeras horas mejor dicho.

-¿Por qué lo preguntas?

-Pues... Veras en el alfabeto griego la letra omega es la ultima de todas.

Me miro con una sonrisa algo forzada, tal vez sonaba algo estúpido, ya que de por si era algo claro que ella sabia esto, mas tal vez le gustaba su nombre clave... La verdad me confundía esto, no podía comprender el por que a ella le gustaba, era la jefa, tenia que cambiarlo por Alfa.

-Eso mi querida Trix, no es para nada importante.-me respondió de manera calmada mirando hacia el frente y colocando sus manos a su espalda.

-Pero, te lo digo claro como amiga, no como empleada y no es que me importe mucho el nombre de mi jefa, o algo por el estilo, pero... Deberías de llamarte Alfa, ya sabes la primera letra de el alfabeto, tu sabes....

Dio un gran suspiro dando a entender que no le gustaba hablar de ello, ¿se estresaba? ¿se molestaba?, ¿se sentía incómoda? No sabia para nada de ello, pero lo que era seguro era que no tenia nada que ver conmigo..

-Claro, si es que quieres escuchar mi consejo, si no, seguiré siendo parte de el cuerpo de investigación con normalidad.

-Así esta mejor, me gusta mas que sea de manera profesional.

la observe después de que ella diera sus ultimas palabras, no pude evitar observarla, ya que había algo que me intrigaba, pero no podía preguntar, por miedo o pena a que me dijera que soy una persona completamente inmadura...

Luego de que pasamos el pasillo no dijo mucho, el silencio se hacia presente entre las dos, era algo incomodo, tarde un poco en acostumbrarme a su silencio.

-Bueno- dijo llegando a una puerta que se encontraba casi al final del pasillo, y puedo decir con seguridad que era la puerta con mas humedad que podía haber en aquel pasillo, su olor no era para nada agradable, sentía que perdía el sentido del olfato con cada inhalada que daba. -ya llegamos, esta sera tu nueva oficina, tu nuevo laboratorio, y por ende sera tu nuevo cuarto de dormir, ya que... No saldrás de aquí con facilidad.-dijo con una mirada fría y tenebrosa.

Pegue un brinco por miedo y ella se dio cuenta era muy evidente, mi respiración se hizo mas pesada y el corazón me comenzaba a latir con mayor fuerza por los nervios.

-Es chiste, no soy tan cruel como para hacer esto... Me sorprende que te lo tomaras muy en serio, no soy una tirana.

Era evidente que me lo creería, ya que, ella siendo a la única persona que tomaba como mejor amiga era un poco cruel en su manera de tratar, pero era sincera, aunque a veces me hacia la vida imposible con sus bromas. A veces pensaba que ella lo hacia por querer hacer me la vida imposible.

-Tienes razón, tu no eres una tirana- comencé a suspirar para calmarme poco a poco en mi respirar, tomando mas oxigeno del debido y también ese horrible hedor que emanaba de esa puerta. -¿Podemos entrar? Ya no soportó este olor.

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⏰ Última actualización: Sep 04, 2020 ⏰

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