42 (92)

1.5K 232 14
                                    

— ¿Estarás bien? — Preguntó Mina con intranquilidad. Miró a su pequeña novia y ésta asintió con una sonrisa esplendida. — Espero que tu familia no se enoje con esto... Quiero decir, te mudas conmigo y ahora vuelves a tu hogar por unos días.

— Explicaré todo con detalle y lo entenderán. — Dio como respuesta, dándole esperanzas a Myoui de no ser odiada ni quedar con una mancha en su imagen. — Ve al aeropuerto, las horas corren.

— Estoy feliz y nerviosa a la vez.

— Amor, lo harás bien. — Chae agarró el cuello de la mayor e hizo que sus labios chocasen. — Ve. 

Mina resopló y le dio un último beso a su chica. Sus brazos rodearon la cintura de Chae-Young y su cabeza ahora estaba apoyada en el hombro de la contraria. — No sé cuando volveremos a dormir juntas... — Largó con tristeza.

— ¡No te pongas así! — Chae se alejó un poco para poder tomar con sus manos el bello rostro de su novia. — Amor, disfruta a tu familia.

— Sí. — Los ojos de Myoui se cristalizaban. Agarró su manga de su abrigo y se limpió sus ojitos. — Bien, es hora de partir.

— Se te hará tarde.

Chae-Young estaba segura que su pareja haría todo bien. Tenía esa mínima esperanza que sea aceptada y poder vivir en paz en su nuevo hogar sin ningún ambiente pesado de por medio.

Veía como su novia se alejaba hasta entrar en el taxi. El coche partió y Chae-Young suspiró al saber que por unos días no verá a su amada chica.

Entró al local de su abuelo, dando por sorpresa a todos los familiares que estaban allí. La muchacha empezó a decir lo que estaría pasando, y pidiendo por favor que le hagan un pequeño lugar en el sofá por unas noches.

Como era de esperarse, la familia Son comprendió la situación y aceptó a Chae-Young nuevamente en la casa.

— Sobrina, ¡Hacías tanta falta! — La mujer la abrazó, haciendo que chae se sintiera mejor.

— Tía, ¡Solo me he ido por unos días! Y ahora, estaré quizá una semana o más con ustedes.

— Ya estoy por terminar mi turno y empieza tu tío, ¿Que tal si vamos a casa y junto a un pastel y café me cuentas como te fue con Mina en tu nuevo hogar?

— Claro, ¡Suena bien! 

Por otro lado, los nervios de Mina la estaban matando por dentro. Los minutos pasaban y ya se encontraba parada frente a la enorme entrada del aeropuerto.

Dio pasos temblorosos, echando miradas a su alrededor; recordando cuando ella había recién llegado a Corea junto a Momo y Sana. 

Miró la hora unas diez veces en solo cinco minutos. Su ansiedad era enorme y no sabría como combatirla en aquel momento. Estaba feliz por la llegada de su familia, hace años no vería sus rostros, pero ¿Cómo la tratarán luego de saber su orientación sexual?, ¿La abrazarán?, ¿Le dirán que todo está bien?

Cualquier persona que la viese, pensarían que Mina sería nueva en Corea ante tantos nervios encima. La joven no dejaba de comerse sus uñas y de mirar cada rincón. Caminaba de aquí para allá, con la mente en otro lado.

Resopló unas quince veces hasta que llegó la hora. Se sentó, luego a los cinco segundos se levantó. Miró a un costado, luego al otro. Pero no veía ninguna señal de su familia. 

Iba a sacar su móvil y marcarle a su hermano para ver donde se encontraban, pero se arrepintió de hacerlo al pensar que quizá no tenga señal. También se arrepintió de no traer un cartel enorme que diga su apellido maternal bien grande.

Myoui

Quizás así la ubiquen más rápido. Pero luego de unos minutos, se dio cuenta que no era necesario.

"Mina..." 

Escuchó por detrás. 

Esa voz...

Mina se dio vuelta lentamente y se encontró, inesperadamente, con su figura "paternal". Con ese señor bastante viejito que le enseñó a ser feliz cuando era más chica. 

El hombre traía consigo una valija enorme. Pantalones desgastados; abrigo un tanto viejo; y un sombrero característico de él.

— ¿A-Abuelo?

rose.apk || MiChaeng [Line: Media Social]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora