Mi abuela me sonríe con los ojos inundados de lágrimas, no entiendo mucho lo que dice. Algo sobre cuidarme y protegerme, algo más sobre el cielo gris y el dolor de pecho que tiene, y luego me da un fuerte abrazo haciendo que mi cara se entierre en su pecho.
Amo a mi abuela, pero no quiero sus abrazos empalagosos, yo sólo quiero a mis padres, ¿dónde están?...
La abuela me pide que me cuide de los bravucones, que me coma todo el emparedado y el jugo que me preparó. Yo acepto, la comida de la abuela es deliciosa, pero no mejor que la de mi mami, pero ¿dónde está mami?...
Mi abuela me besa la frente antes de decirme cuanto me quiere, y darme pequeños empujoncitos en la espalda para que comience a caminar hacia la entrada de la escuela. Me gusta que la abuela me traiga a la escuela, pero esta no es la escuela que yo conozco y mi papá no me ha traído en coche, ¿dónde está papá?...
Mi abuela sacude su mano hacia a mí y luego la veo limpiarse un par de lágrimas, no me gusta que mi abuela llore, pero he comenzado a aceptar que mis padres ya no están. Y que ahora mi abuela cuidará de mí. Está bien. Estoy bien.
Donde quiera que estén mis padres, los extraño.
Mis ojos se sienten pesados por el cansancio, el día ha sido muy duro y la abuela se ha estado masajeando las mejillas desde que terminó la jornada en Zunshine. Me gusta el nombre, suena como algo agradable y alegre. Un lugar que te acogería hasta hacerte feliz. La verdad es que no parece ser un simple restaurante... es un restaurante hogareño. Me gusta la idea de que la abuela pueda hacerse abuela de todo el que pruebe su comida y, hasta ahora, todos la han aceptado. Ella siempre dice que agradar a las personas mediante la comida es lo mejor que puedes hacer y a decir verdad, puede que tenga razón, digo, si lo pienso detenidamente; Todo ser humano necesita comer y a todos les gusta una buena comida y mi abuela sabe cómo hacer buenas comidas.
- ¿Te preparo un té? -le pregunto cuando la veo tomar asiento en una de las sillas del lugar. La abuela me sonríe y asiente gustosa, y cansada, pero ese ya es otro tema.
-Siempre has sido tan buen muchacho, cariño -sonrío agradecido y niego con modestia.
-Y tú siempre tan buena abuelita, ahora sí que como dicen por ahí: de tal palo, tal astilla, ¿no? Tu tan buena abuela, y yo, un excelentísimo muchacho -enfatizo-. No hay fallo -le digo en broma. Mi abuela lo sabe pero chasquea la lengua como si no le agradara mi chiste y me lanza una mirada seria con un extraño brillo divertido en sus ojos. Le sonrío juguetón sin querer ni poder evitarlo,
¿Ya he dicho que adoro a mi abuela? Pues lo hago, y con un carajo, que lo hago un montón.
- Tu fallo es ser tan ególatra, muchacho. Aquí la única excelencia soy yo -dice y yo sonrío con cariño, porque a la abuela Kim las sonrisas que le des siempre salen atiborradas de cariño. Simplemente no puedes darle otro tipo de sonrisas, salen naturales. Eso, aunándole el hecho de que soy su nieto, el más guapo, «Y él único», es algo que sé que la derrite como chocolate a baño maría-. Dios libre a quien se enamore de ti, Zee -Me río mientras pongo la tetera sobre el fuego para después caminar hasta donde se encuentra ella.
-Me amará tanto que ni si quiera le importará lo cojonudo que puedo llegar a ser -fanfarroneo y ella se ríe.
-Ya lo creo. Si yo no te amara como lo hago, aunque seas mi nieto...
-Él más guapo -apunto con seriedad- que no se te olvide -le interrumpo a media frase y admiro cuando vira los ojos y hace un ademán con las manos para quitarle importancia a lo que comento.
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Taza de café (ZaintSee) ONE SHOT
FanfictionResultó ser que lo que creía un día común y corriente, no lo era del todo. En «Zunshine» , un nombre alegre para un lugar que esconde más de lo que aparenta, un chico me ha robado miles de suspiros desde que ha aparecido frente a mí. Pero el destino...