Cap. 3

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Narra Diego:

Después de comer fuimos a casa de Vicente, quien estaba con Diego 1, así le decimos porque yo también me llamo así (algo obvio). Todo estaba bien hasta esa pregunta... esa maldita pregunta, que hizo que esto ardiera peor que Troya.

Diego, es cierto que te gusta alguien?- preguntó Vicente.

¿Si?- respondí dudando, ya que la próxima pregunta no la quería contestar.

Oh ¿quien es?- preguntó esta vez Danilo, que por desgracia seguía aquí.

Eso es un secreto.- respondí serio.

¿Porque?- hablo otra vez Vicente.

Porque todavía no estoy seguro si me gusta o si quiero que ustedes se lo digan antes de poder enterarse por mi.- mentí con lo excusa que siempre usaba cuando no quería contarles algo, por suerte Vicente y Diego entendieron.

¿Y a mi me lo puedes decir? Yo no soy chota.- dijo Danilo con su cara de perro mojado. Dios ¿¡yo que he hecho para que me trates de esta manera?!

No, a ti tampoco te lo dire.- decidí antes de decir una mentira. Solo lo vi verme como si me odiara.

Diego ¿porque no hablas?- le pregunte al otro Diego en la sala.

No tengo nada que decir.- se limitó a responder, a este le pasa algo, estoy seguro.

Esta bien, oye, acompáñame a la tienda de comida.- dije, en este tramo le preguntaría de vuelta.

Claro- asintió rápidamente y se paro del asiento, para luego seguirme a fuera.

Esta vez me respondes ¿porque no hablabas?- pregunte serio y me giré a mirarlo.

Es que estaba pensando en una pelea que tuve con Vicente antes de que ustedes llegaran... Digamos que fue un tanto fuerte y estaba pensando en si era lo correcto seguir con lo que tenemos o deberíamos dejarlo.- contó mirando al suelo.

¿Me estás diciendo que piensas dejarlo solo por una pelea que tuvieron?- pregunte preparado para darle un buen puño en la car si decía que si.

Se lo que piensas, no lo quiero por eso, lo qué pasa es que no es la primera pelea fuerte que tenemos y yo no creo soportar algo más, siento que voy a enloquecer o que terminaré con otros problemas psicológicos. Esto es mucho para mi. Que más da, siempre supe que esto no dudaría mucho, no sino resolvía mis problemas de carácter, pero todo a acabado por mi culpa, lo se, el no me soportara mucho más, solo es cuestión de tiempo para que me deje porque no puede vivir con alguien así de inestable emocionalmente.- dijo y siguió caminando como si nada. Tengo que decir que eso sí me sorprendió, aunque quizás se esté preparando mentalmente para no llorar cuando lo deje.

¿Sabes? Pueden hablarlo y resolverlo como la pareja casi perfecta que son.- comente para ver si podía hacerlo cambiar de opinion.

Ese es otro problema... no somos pareja, ni estuvimos cerca de ser una.- dijo con tono frío y distante que jamás había escuchado de él.

Bien, llegamos, por favor no digas nada de lo que te dije.- pidió y yo asentí aún aturdido por su tono, que aún era distante.

No te preocupes por eso.- respondí y entramos encontrando a Vicente y a Danilo con cara de enojo.

¿¡Cuando iban a decir o que uno de sus amigos está en la carcel por violar a un menor?!- preguntó Vicente, enojado, eso es claro.

El no es nuestro amigo.- respondió el otro Diego con un tono más frío y cortante que con el que me había hablado a mi y recordé que habías sido a él al que violó ese hijo de puta.

¿En serio? Entonces como me explicas que llamo a tu celular diciendo que saldría en una semana y cuando lo hiciera te vendría a buscar y los dos disfrutarían mucho?- cuestionó Vicente más enojado. Justo cuando termino de hablar mire a Diego que estaba quieto en su lugar, con los ojos muy abiertos y una expresión de miedo en su cara.

Es imposible.- logró decir entre balbuceos que no se entendían.

Vicente, no dejes que esto ocurra, por lo que más quieras, no dejes que se lo lleve, por favor ¡No dejes que lo haga!- grite queriendo que esto fuera un sueño; lamentablemente no lo era, ni lo sería.

Tranquilízate y nos cuentan qué pasa.- sentenció Danilo más serio de lo normal.

E-el no e-es n-nues-tro a-amigo... e-el intento v-ví-vió-violarme.- susurro Diego gagueando.

Vicente, cuidalo y no dejes que ese hijo de puta lo toque.- exigí mientras salía. Luego comenzó a correr, como siempre hacia... a lugares que no conocía; pero que siempre eran mis refugios. Corrí, corrí hasta que me canse. Llegue a un lago al que solía venir con mi abuelo, "una pena que la gente no venga a aquí" pensé adentrándome en el bosque el cual conocía de memoria y llegando a uno de los mejores lugares para mi, pero el peor para otros; el lugar donde se encontraban las serpientes. No me daba miedo, pues sabía que ninguna era venenosa o mortal. Lo que no me esperaba era ver un solo nido de serpiente, ósea que solo quedaba una serpiente. Me senté en un pequeño mirador que había, poco después apareció una boa, pero esta vino hacia mi sin intenciones de intimidarme. Parecía haberme reconocido, igual que yo a ella. Ella era Milagros, era una pequeña serpiente que había rescatado, junto con mi abuelo, de un hombre que la pensaba matar a machetazos.

¿Quien eres tu? ¿Y qué haces aquí?- hablo la encargada del lago a mis espaldas.

Oh, Mila, soy Diego El Niño que venía todos los fines de semana, hace 2 años.- conteste esperando que me reconociera.

¡Diego! ¿¡Pero qué haces aquí?!- pregunto preocupada.

Escapar un poco de la realidad que me atormenta.- Comente.

El saldrá pronto ¿cierto?- pregunto ya que ella estaba al tanto de lo que ocurrió. Yo por mi parte asentí.

Ven, ya es muy tarde para que estés aquí, Milagros no tarda en llegar.- Dijo y luego me paré haciendo que aquella boa bajara de mi regazo con una gracia única.

Oh, ya estaba aquí...- comentó sorprendida, a la vez que nos íbamos de ese lugar llegando al estacionamiento de abajo y de ahí a montarnos a su auto.

¿Te llevo a tu casa?- pregunto cuando estábamos cerca del pueblo.

Por favor- me limite a decir. Al estar frente a mi casa me despedí de ella y le di las gracias por traerme a casa. De solo pensar en el sermón que me dará Danilo en cuanto entre, me da ganas de pasar la noche en otro lugar, luego recuerdo que si lo hago el sermón será peor y se me pasa. Abrí la puerta intentando que no hiciera ruido para que Danilo no supiera que había llegado, pero fue imposible, puesto que a que el estaba sentado en la sala junto con sus amigos. Uno de ellos me vio y todo mi esfuerzo se fue por el cañón.

Hola- salude lo más inocente posible, pero no pude evitar que Danilo me viera con esa cara de enojo que hacía cuando no lo hacía caso.

¿Donde fuiste?- pregunto al llegar al cuarto, Danilo.

Al lago... será la única pregunte que responda.- hable antes de que dijera algo.

Bien, mañana me contarás TODO.- recalco, yo solo asentí. Poco después me bañe y dormí.

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⏰ Última actualización: Oct 10, 2021 ⏰

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Odio amarte (el barto x fusok)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora