Capitulo 1

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things are different, different is beautiful
I'm beautiful?

Metropolis, Florida

El pincel se deslizaba por el lienzo como la punta de una pluma, su peso desvaneciéndose al tacto del húmedo papel. El movimiento repitiéndose continuamente hasta dar con un patrón de lineas aleatorio. Lauren miró su obra de arte, mordiendo su labio al notar un diminuto error en el.

—Vamos, Lauren, no seas tan perfeccionista —dice Taylor cuando se acerca a echarle un vistazo.

—Vamos, Taylor, ¡no seas tan simple! —Lauren se burla de su hermana menor—. Te he dicho que toques la puerta antes de entrar, sabes que esta ya no es tu casa.

La chica menor juega con un mechón de su cabello, resoplando antes de darle un repaso a sus alrededores y posterior a ello hacer una mueca de disgusto. Cubetas de pintura derramadas por la habitación, paredes manchadas de diversos colores y envases vacíos de comida instantánea. Además, un olor desagradable no le dejaba respirar.

—Maldición Lauren, vives en una pocilga como una maldita cerda. ¿Porque no limpias este lugar? Es tan asqueroso... —Era la misma frase que solía decirle siempre que la visitaba. Incluso podría considerarse una rutina.

—No he tenido tiempo, estoy ocupada acabando mis cuadros, y si me disculpas debo seguir trabajando —respondió—. La puerta está abierta por si quieres irte.

Tenía la impresión de que eso no iba a dejarla tranquila, Taylor podía ser un rostro amigable pero en realidad esa mujer era insistente. Y dudaba que siquiera considerase la idea de irse.

—No puedo dejarte así, ¡no lo haré! Ya tienes 31 años y no puedo seguir creyendo que vivas como una niña de preescolar. Mírame a mi, ¡estoy embarazada y formando mi propia familia! —Taylor casi lagrimeaba en su discurso—Me preocupas... ¡A este paso terminarás más sola que Jessica! ¿Y sabes quién es ella? ¡Exacto, no porque nadie la recuerda!

—Basta Taylor, ya te dije que estoy bien. No te entrometas más en mi vida, aún si soy tu hermana esta es la vida que yo elegí y estoy feliz así —admitió, dando otra pincelada.

—No puedes seguir así, si al menos piensas quedarte sola no te lo discutiré, pero ni hablar de este lugar. Debes tener orden y limpieza, eso sí que no te lo permitiré, es anti-higiénico y malo para tu salud —Lauren gira los ojos, irritada—. Hablemos, ¿crees que es correcto que te alimentes a base de sopas instantáneas?

—Taylor, por favor...

— ¡No, tú escúchame! Si tú no tienes tiempo lo comprendo, pero sabes cómo está la tecnología hoy en día.

—Y ya vas a comenzar...

—Puedes alquilar un androide, no son muy caros, hay algunos muy económicos que podrían ayudarte en los quehaceres del hogar o incluso para cocinar algo más saludable —Lauren bufo, rascándose la nuca, ella detestaba esas máquinas inteligentes. No servían para nada más que para inutilizar al ser humano y además, no creía necesitarlas.

—No lo haré, no las quiero, sabes lo mucho que odio esas cosas, ¿tener una aquí junto a mi durante el día entero? No gracias, yo paso de ese sufrimiento.

—Bien, haremos esto, vendré aquí una vez por semana y te ayudaré a por lo menos organizar este lugar.

Rápidamente Lauren intervino, negándose.

—Estás embarazada, no puedes hacer esfuerzos —dijo , moviendo la cabeza de un lado a otro—, yo lo haré, te prometo que terminando este cuadro limpiaré, y si te hace sentir mejor te enviaré una foto. Pero necesito que te vayas, necesito concentrarme, tú ya me quitaste mucho tiempo...

Taylor asiente, al parecer convencida por sus palabras, la abraza a su vez, pero solo por un instante; después le dedica una sonrisa antes de abrir la puerta y retirarse. Lauren suelta un suspiro de alivio al verla desaparecer, ahora, ¿en qué se quedó?

Cierto, tenía hambre. Pero las sopas instantáneas ya se habían terminado y el refrigerador estaba vacío. Se recostó en su silla, sabiendo que tendría que salir a hacer las compras.

Lauren abrió el refrigerador sacando una caja de leche. Sus pies encaminándose hasta la próxima zona, ocuparía cuatro sopas instantáneas, jamón, huevo y algo de pan, ¿fideos? Si quizás pueda preparar algo, y unas galletas oreo para el camino. Sin más se dirigió hacia el cajero, dejando ahí sus cosas.

—Serían 22 dólares con 10 céntimos por favor —El chico pidió amablemente.

—De acuerdo, deme un momento —responde sacando el dinero de su billetera. De pronto oye a un grupo de chicos hablar a sus espaldas, y de forma disimulada decide escuchar su conversación.

«¿Te enteraste? Dijeron por las noticias que el experimento fue un éxito y pronto comenzarían con la demás producción. ¡Por fin después de tanto tiempo tendremos amor cibernético!—Se escucharon risas»

—Gracias por su compra, vuelva pronto.

Lauren salió de su burbuja y se marchó de ahí, no quería saber más de eso. Odiaba en lo que se había convertido el mundo real. Quisiera que el mundo fuese a como era antes, pero eso no es posible.

Abrió la puerta de su automóvil, dejando sus compras en los asientos traseros pero cuando se disponía a subir escuchó un estruendo que le hizo voltear de inmediato. ¿Un accidente? Los gritos no tardaron en aparecer, de modo que se dirigió a la zona del incidente, había humo saliendo del motor de aquel coche.

Pero eso no era lo increíble, había una chica delante, al parecer ella recibió el impacto del golpe sobre su cuerpo. No había sangre, en realidad era complicado de explicar, este era un líquido azul.

La mente de Lauren hizo click.

Ella era una androide. Y le estaba mirando fijamente.

HeartbeatDonde viven las historias. Descúbrelo ahora