No he dejado de pensar en una infinidad de "qué hubiera pasado si...", porque de eso vivo. De eso se alimenta mi locura esta noche. De eso iré muriendo poco a poco. De pensar. De pensar en ti.
Pienso en cómo estarás sin mí. Me pregunto qué pasará por tu cabeza. De seguro habrás pensado en mí. Poco o mucho, pero es seguro que lo habrás hecho. Tengo la curiosidad de saber cómo te sientes, qué sientes, qué pasa por tu cabeza, qué te preocupa, qué te tiene incompleto, qué te hace falta.
En cuanto a mí, me falta tu abrazo. Me hace falta saber cómo va tu día, de algún modo u otro me gustaba hacerte sentir bien cuando tenías algún problema o pensabas demasiado las cosas. Eres experto en pensar mucho las cosas y confundirte. Me hace falta dedicarte alguna frase cursi y decirte cuánto te amo.
Ojalá el corazón pudiera tener un botón de "borrar inmediatamente". Ojalá pudiera mandar en tu corazón, o al menos en el mío. Ojalá... Es que no quiero olvidarte, no quiero sacar la idea de ti de mi mente, porque al fin y al cabo eso eres ahora, una idea de lo que pasó y lo que pudo haber pasado. Mi mente por este día es un mar de pensamientos e ilusiones.
El querer a alguien no te debe hacer sufrir, independientemente si te corresponde o no, porque el querer a alguien es un sentimiento muy puro. No me arrepiento de nada. No me arrepiento de ser una romántica empedernida, de desbordar mi vida de amor por los demás. No me arrepiento de demostrar mucho... de demostrarte mucho, la vida es muy corta para guardarnos sentimientos, y para frenar sentimientos. Soy de los que piensan que dejar fluir es la clave y tú lo sabes. Dejar fluir tus palabras, dejar fluir tus sentimientos, dejar fluir lo que deba salir de tu vida, dejar que todo fluya.
Te he extrañado infinitamente, te he pensado y te pensare esta noche antes de dormir, esta mañana y las que aun faltan, me acostumbrare a ver personas de la mano simplemente disfrutando y sonriendo, como cuando tú y yo sonreíamos al besarnos, al mirarnos a los ojos, al abrazarnos. Yo lo hacía, y estoy muy segura que mis ojos no me mienten cuando afirman que tú también sonreías.
También disfruté de tu última sonrisa, más, quizá, que la primera. Y es que sabía que era la última vez que vería tu sonrisa. Yo te imaginaba. A veces ni escuchaba lo que decías, solo te imaginaba y me perdía, no pensaba en nada, no quería nada, solo guardar esa llamada para la eternidad. Mientras mi corazón se rompía, mi cerebro trataba de retratar cada uno de tus defectos que tanto te molestan, pero que a mí me traían tranquilidad. Intentaba memorizar cada uno de los vellos de tu rostro, tus ojos sin tener en cuenta la tristeza que irradiaban en ese momento. Me perdí de mucho de lo que me dijiste porque estaba más ocupada en imaginarte una última vez.
Debo admitir que te dolió dejarme, en el proceso de hacer pedazos mi corazón, el tuyo se destruyó un poquito, pero tú tenías más protección en tu corazón que yo. Tus heridas curarán rápido y tal vez pronto sea como si nada hubiera pasado... Yo me demoro un poco más.
Entiendo que mi corazón aun quiera luchar por ti, quiera tenerte de regreso.. No lo culpo, en tan poco tiempo no puedes simplemente dejar ir a alguien, arrancarlo de ti. Sin embargo dentro de mí hay una lucha. Es más bien una guerra entre el corazón y la razón.
Mi corazón... No me refiero al órgano que bombea sangre, es más lo que representa, eso de donde nacen los sentimientos y las ideas. Esas ideas que hacen tambalear la firmeza de la razón. Esas ideas que me dicen que en el fondo aún me necesitas, aún quieres tener las ganas de quererme, aún sientes que ese "algo" que te falta soy yo. Esas ideas que me dicen que en algún momento vas a llamarme o escribirme diciendo que necesitas de mi. Esas ideas que hacen que se encienda la llama de la esperanza.
Con amor: Malory.