Psicométrico/// Jongsang

18

—El hecho de que la gente es sucia, horrible y asquerosa, él me hizo sentir de esa manera por primera vez.

Lo agarró por el final de su chamarra para detenerlo y hacer que le explicara lo que quería a decir, pero lo único que consiguió fue que su mano fuera apartada con brusquedad.

—La persona que voy a resentir mientras viva es tu padre.

Sin mirar al castaño detrás suyo, seguido caminando debajo de la lluvia sin importarle si YeoSang seguía de pie ahí, mojándose con la bolsa de papel en su mano.

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Con la mirada puesta en el auto negro que seguía estacionado junto a la comisaría con algunas gotas, que aún seguían de la lluvia, resbalando por los cristales, recordó todo aquello y frunció ligeramente sus labios para entrar y sentarse detrás de su escritorio con el bajo al lado suyo abriendo la bolsa que tenía su desayuno.

—Está roto de nuevo. YeoSang, la cámara de seguridad del centro está rota de nuevo. —dijo sin recibir respuesta por parte del nombrado. Su mirada se alzó y con la boca llena habló—: YeoSang. . .

El castaño después de reaccionar agarró el teléfono fijo de color blanco que se encontraba a su derecha y tras agarrarlo informó:

—Si, este es el Oficial Kang del centro de seguridad de la Comunidad Seoheun —HongJoong lo miró extrañado. YeoSang tras no recibir respuesta se despegó el celular de su oído y volteó el teléfono, ya que lo había agarrado mal—. ¿Hola? —bajó el artefacto. Miró al que aún desayunaba— ¿Me llamaste?

—Veo que estás tratando de ser divertido, pero eso es anticuado. Si vas a hacer ese tipo de comedia, necesitas algo como esto para arreglar las cosas —se acercó y agarró un poco de su comida para untársela en la suave y esponjosa mejilla del castaño—Dije que la cámara de seguridad de afuera está dañada de nuevo.

—Oh, olvidé llamar al centro de control ayer. Voy a llamar pronto.

—Mientras estás en ello, pídeles que instalen uno en tu cabeza, también, para que podamos saber por qué estás actuando así —quitó el poco de comida de su rostro al verlo sin expresión y mirada perdida. Colocó su mano en la frente ajena, sintiendo la temperatura algo elevada—. YeoSang, tienes fiebre.

Con sus dedos agarró su cabello que estaba partido a la mitad y lo hizo un poco hacia los lados—Estoy bien.

—Ese mocoso —ladró, haciendo que el castaño mirara a la puerta y se levantara de su asiento. La puerta se abrió dejando ver al peli-café. Con una mueca de decepción se volvió a sentar—. No es él.

—Hola. —saludó con su mano alzada, acercándose hasta donde estaban ambos con su mano libre dentro del bolsillo de su pantalón algo ajustado que remarcaba perfectamente sus muslos.

—La puerta se va a desgastar a este ritmo. —el bajo lo miró serio.

—Ah, ¿qué quiere decir con que se desgastará? —sin esperar respuesta dirigió su mirada a YeoSang— YeoSang, ¿has visto a JongHo?

—No, ¿por qué? —preguntó después de mirar de arriba abajo al alto algo preocupado.

—No puedo ponerme en contacto con él desde anoche. —su mirada vagó por todos lados buscando a alguien.

—¿No puedes contactarlo? —HongJoong lo miró.

—Si no puedes contactarlo entonces deberías ir a su casa. ¿Por qué vienes aquí? —sus ojos notaron como YunHo seguía buscando y buscando sin moverse de su lugar.

—¿No es más rápido venir aquí? Sin embargo, su auto estaba aquí. —miró por las rendijas de las cortinas que daban a la guardería.

—MinGi ya vino a trabajar.

—¿Se ve bien?

—¿Crees que está bien? Tiene mala cara.

Suspiró, mirando a la pared dejando escapar un suspiro y después vió al que estaba sentado con su mirada nuevamente perdida en el suelo frente a él y expresión triste y sombría. Lo apuntó con un dedo y se encorvó un poco.

—¿Por qué tienes tan mala cara? ¿Tuviste una pelea con JongHo?

YeoSang abrió levemente sus labios y miró a otra parte—Regresaré. —se levantó y agarrando su chaleco de tela oscura y algo transparente se dirigió a a la puerta, mientras HongJoong lo miraba con una mueca y YunHo seguía buscando al pelirrojo.

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La blanca y pequeña moto en donde estaba sentado YeoSang con su casco blanco cubriendo aquél cabello ya casi sin color y su chaleco puesto, iba avanzando por una calle en la cual solo estaba él y un carro en la dirección contraria que pasó a su lado con algo de velocidad.

Cerró sus ojos y movió su cuello de un lado a otro tratando de que la tensión que guardaba desapareciera y pudiera sentirse algo más tranquilo son tener que preocuparse por el pelinegro; cuando volvió su vista al camino notó al chico que se disponía a cruzar.

Abriendo sus ojos y girando el manillar hacia su izquierda, provocó que el chico se hiciera para atrás y él terminara siendo golpeado con el pavimento y con la moto aplastando su pierna; se quejó amargamente y se sostuvo en sus brazos, tratando de apartar la moto que aplastaba su tobillo que dolía. Dejó de intentar y miró su reflejo en el retrovisor. «Envíame todos los malos malos recuerdos. Desde ahora solo crearemos buenos» esas lindas palabras que una vez le dedicó fueron reemplazadas por todas las malas que dijo sobre su padre.

Apretó sus labios y sus ojos se llenaron de lágrimas, mientras sorbía su nariz sin sentir la mirada del que lo observaba en la parada de autobús en el lado contrario de la calle; miró la cámara y volvió al chico que era ayudado por el cusante de todo.

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Aquí desvelándome x ustedes uwu