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NamJoon se levanta y se coloca a cuclillas frente al mayor, SeokJin se ve incómodo, al parecer la mención de la palabra "gay" lo alteró. — ¿Te molesta? —SeokJin niega y articula un "me aterra" sin voz —no voy hacerte nada —afirma sin estar seguro que ha dicho las palabras correctas —, no soy un pervertido —asegura sonriendo.

SeokJin alza la mirada y frunce el ceño. — ¿Crees que es un juego?

— ¡Nam! —Se escucha a lo lejos.

— ¡Mierda! —Maldice por lo bajo —. Es mi padre —susurra nervioso.

— ¡NamJoon!

— ¡Debes esconderte!

— ¡Debo esconderme!

Exclaman al mismo tiempo.

NamJoon tiene una pequeña crisis y empuja a SeokJin al armario mientras se disculpa. —No hagas ruido, mi padre no puede enterarse —cierra el armario y se arroja a la cama antes de que su progenitor abra la puerta —. ¡Hey! ¡Hola! —Saluda nervioso con voz aguda.

El señor Kim entra en la habitación y enarca una ceja. — ¿Por qué no me abrías la puerta?

—Estaba escuchando música —tartamudea la primera palabra.

El señor Kim asiente con parsimonia mientras mira fijamente el escritorio, NamJoon mira en esa dirección y maldice en sus adentros al ver su celular sobre el mueble. —NamJoon... sabes que no tolero mentiras en esta casa.

Siempre tiene excusas, siempre, pero su estúpida mente no quiere cooperar, por si fuera poco una de las puertas del armario se abre ligeramente haciendo el ruido suficiente para que ambos vuelvan a ver en esa dirección. — ¡Me estaba tocando! —Grita desesperado para llamar la atención de su padre, lo cual funciona... unos segundos.

El señor Kim no duda y abre la puerta del armario, pero no encuentra nada. NamJoon no puede relajarse, su padre va a ver a SeokJin y será hombre muerto. — ¿Algo que quieras decir antes de que abra la otra puerta?

—No —responde con voz chillona, preparándose mentalmente para el castigo.

El señor Kim abre la otra puerta y suspira cansado al ver el espacio vacío. NamJoon suda helado, puede ver las piernas de SeokJin tras los abrigos. —Está bien —cierra el armario y se aleja relajado.

—Te lo dije —susurra suplicándole a quién sea que su padre le crea.

El señor Kim hace una mueca y se sienta a un lado de la cama, NamJoon no necesita palabras y se sienta junto a su padre. —Sabes que te amo ¿Verdad?

—Por supuesto —susurra.

—No me malinterpretes —pide culpable observando su propio calzado —, sabes que te apoyo, totalmente, y esto —señala el póster de Chris Evans en la pared de enfrente —no me molesta.

—Lo sé, papá —susurra avergonzado, la típica charla de "no por que te gusten los penes te quiero menos" va a ser escuchada por SeokJin.

—Sabes que te amo, sin importar tus gustos.

—Lo sé —dice sonrojado.

—No por que te gusten los penes —explica nervioso —significa que te vea diferente, eres mi hijo y te quiero como tal —golpea el hombro contrario con suavidad.

—Lo sé, también te quiero.

—Pero... conoces las reglas, no quiero hombres en esta casa sin mi permiso y mucho menos en tu habitación ¿Entendido?

—Sí...

—Tu hermana tenía prohibido traer novios y eso va para ti también, soy un padre justo —el señor Kim se levanta y camina hacia la puerta, pero antes de irse le sonríe a su hijo —. Podré ser viejo, pero no estúpido, por esta vez lo dejaré pasar, pero dile al chico que, si quiere venir, antes debe hablar conmigo —abre la puerta y sostiene el pomo de ésta —. La cena está lista —cierra la puerta, pero aún se puede escuchar el murmuro de su padre —. Estos jóvenes, también fui adolescente... —el aire regresa a los pulmones de NamJoon, demonios, tuvo suerte —. ¡Baja! —Grita el señor Kim desde el primer nivel —la cena se enfría.

Cliché | NamJinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora