Recuerdos y secretos

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Cuando suena el timbre que anuncia el final de la clase levanto la cabeza del libro

-Podéis recoger chicos, feliz fin de semana

Me levanto de la silla y empiezo a recoger mis cosas lentamente mientras observo a mis compañeros de clase contentos por haber acabado la semana. Apostaría lo que fuera a que cuando lleguen a casa tendrán un plato de comida encima de la mesa y a sus padres esperando para disfrutar de una fantástica comida familiar pero sin embargo estoy segura que no lo valoraran, no les culpo, yo hace un año tampoco lo hacía y como se suele decir no ¨sabes lo que tienes hasta que lo pierdes¨ ...y yo, yo lo había perdido casi todo.

El sonido de las sillas hace que salga de mis pensamientos y termine de recoger, cuando acabo ya no queda nadie en clase, con paso rápido salgo del instituto y me dirijo donde están algunos de mis compañeros fumando, busco en mi mochila el paquete, prestando toda mi atención a la búsqueda....

Hay algo que todo el mundo sabe, soy torpe, muy torpe y a diferencia de otras chicas yo no soy capaz de hacer más de una cosa a la vez, así que podría decirse que si estaba dedicando toda la atención a la búsqueda de mi paquete de tabaco es completamente imposible estar mirando por donde camino. Por eso no vi que delante mía había un pequeño escalón, que por muy pequeño que sea no evita que yo me tropiece con él y qué me caiga estrepitosamente.

Genial, perfecto para redondear este ¨estupendo¨ día, me siento en el mismo lugar donde me he caído, con los ojos cerrados esperando a que se calme el dolor de mi cuerpo....

-Su, ya te dije que el vicio te haría daño jajajaajajaajaja

Que gracioso -.-

-Manu, no haces gracia, asúmelo

-Anda ven que te ayudo a levantarte

Levanto una ceja mientras le miro con curiosidad como me tiende la mano para levantarme, a pesar de la relación de pique continuo que demostramos en público en el fondo nos llevamos bien aunque ninguno de los dos lo reconoce en voz alta, todo el mundo cree que no nos soportamos y ninguno se ha molestado en desmentirlo, le cojo la mano y me impulso hacia arriba, nos quedamos muy cerca el uno del otro, unos segundos que se hacen largos, no solemos compartir tanto espacio, no al menos en público...

Entonces a él le cambia la cara, sus ojos me examinan avisándome de lo que va a ocurrir a continuación, piden mi consentimiento, yo sonrío, acepto...

-Cuidado que te caes 'Sany¨

Y entonces recibo un pequeño empujón que ya me esperaba, en el fondo mis entrañas arden, odio que me llamen así, todo el mundo lo sabe, sobre todo el, por eso solo me llama así cuando hay gente delante, pero yo también tengo mis tácticas

-Que poco me conoces Manuel, mi equilibrio es perfecto, al igual que mi fuerza

Y entonces mi mano se dirige directamente a su cuello dándole una colleja tan fuerte que hace que su cabeza se tire hacia adelante

-Serás....

No le dejo acabar, corro hasta donde están mis compañeros de clase y saco un cigarro, al rato Manu viene y también se enciende uno, nos ponemos todos a hablar de varias cosas mientras cada uno acaba con el suyo y poco a poco la gente se va yendo, incluido Manu que me echa una mirada, una mirada que esconde un mensaje, yo simplemente sonrío, así es nuestro código, ya hace tiempo que lo establecimos

-Bien dada la hostia de antes Susan!

Sonrío mirando a Marta, es de las muchas personas que no soporta a Manu, aún así es una buena chica...

-Es idiota, se lo merecía- Tiro la colilla al suelo y mientras la piso digo- bueno Marta me tengo que ir, hasta el lunes  

-Adiós Su, feliz fin de semana

Prohibido llorarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora