Prohibido llorar

No, tu no entiendes nada

El timbre suena en la lejanía, yo sentada en el suelo abrazada a mis piernas y sin dejar de llorar no reacciono ante su sonido, mi hermana con cara de nerviosismo se apresura a abrir, varios segundos después delante de mí se encuentra un chico observándome con preocupación y sorpresa, simplemente tras una larga mirada de ternura me abraza y me coge como si fuera una niña pequeña llevándome hasta mi habitación, me sienta en la cama y el se pone a mi lado 

-Peque – dice acariciándome la mejilla con ternura- ¿qué está pasando?

Justo en ese instante reacciono e intento arreglar la situación

-Nada, no pasa nada, solo es… - trago saliva- solo es un mal día

Manu me mira con el rostro serio y los brazos cruzados, evidentemente no se ha creído mi estúpida excusa

-Vale – asiente lentamente con la cabeza- y ahora cuéntame la verdad

Suspiro pesadamente y tras un breve debate en mi cabeza finalmente me rindo y comienzo a contar la VERDADERA historia

-Veras, todo empezó hace un tiempo, en mi cumpleaños… - Y así, bajo la atenta mirada de mi amigo, cuento todo lo que he vivido durante este tiempo, todo lo que tuve que ocultarle, todo lo que le pasaba a mi abuelo, todo lo que me había estado superando-…y si eso no fuera suficiente hace un rato…

Flashback

 

-Cuánto es? – le pregunte al taxista

-20 euros guapa – le di el billete y salí del coche junto a mi hermana

 

Mi cara estaba roja y la respiración agitada, Laura no comprendía mucho pero tras habérselo explicado un poco en una sala de espera de la residencia sabía lo necesario, que nuestro abuelo no estaba bien, que no se iba a poner mejor y que teníamos que ser fuertes y disfrutar los últimos momentos junto a él.

 

-Vas a cenar? –me pregunta cuando entramos en la casa

-No, yo no cenare – la miro mientras se sienta en el sofá y enciende la tele- pero tu si ¿qué quieres que te haga de cena?

-No, yo tampoco quiero cenar

-Vas.a.cenar. – le digo seriamente- ¿qué quieres?

-Mmm… tortilla?

-Muy bien

 

Entré a la cocina y encima de la mesa había un sobre marrón, extrañada ya que no recordaba haberlo visto antes lo cogí y al abrirlo un post-it cayó en mis manos

 

¨De mama, llama a este numero 654869458¨

 

Mi corazón comenzó a latir con rapidez, las manos me temblaban mientras pulsaba tecla a tecla cada digito del número, con desconfianza me coloque el teléfono junto al oído y esperé

 

1º tono <<Que lo coja>> pensé

2º tono <<No, que no conteste>>