Era una cálida mañana de junio en un pequeño pueblo de Murcia, esa comunidad perdida de España.
La pequeña Merche estaba caminando por la calle cuando, ilusa de la vida, una señal de stop se interpuso en su camino.
Lo que le faltaba. Primero falta a clase por irse a la peluquería y ahora, toda una señora brecha se presenta en su frente.
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Estaba en el suelo, aún medio aturdida, cuando una voz a su espalda le preguntó si estaba bien.
-¿Te parece a ti que estoy bien? -respondió la chica.
Lo curioso es que aquella voz le sonaba familiar. Pero era imposible... Era acento francés y, que ella supiera, no conocía a nadie en Francia.
Al levantarse, con ayuda de aquel desconocido y colocarse de nuevo las gafas falsas que usaba por moda porque la muy puta no tiene ningún problema de vista, la joven al fin pudo ver a su salvador.
-Acho, tú eres Thimotée Chalamet.
-Así me llamo, sí. Al menos el golpe no te ha afectado a la cabeza. Aunque tienes una herida muy fea.
El dios francés puso su mano con delicadeza en la frente de la murciana, y era tan pura su esencia que curó su herida al instante.
-Gracias -logró articular Marina, aún impresionada- No me puedo creer que estés aquí, mis amigas y yo somos tus fans.
Thimotée rió de manera adorable.
-Estoy por un rodaje, la típica comedia romántica española. Al parecer querían darle más variedad e incluir a un actor internacional, pero no encuentran a una coprotagonista para mí.
-Esto te va a sonar muy raro y un poco flipada... Pero yo soy actriz.
-¿En serio? ¿Y te he podido ver en algo?
-Pues... ¿Conoces El Gatomando?
-Estás de coña... ¡Es mi cortometraje favorito! ¿Es tuyo?
-Bueno, lo hice con varios amigos de clase. Pero sí, yo era el gato chino del final -respondió la chica riendo- No me puedo creer que lo conozcas.
-¿Conocerlo? ¡Estoy obsesionado con él! Ahora soy yo quien va a decir una locura: ¿Te gustaría venir al estudio y hacer una prueba para el papel principal de la película?
-¡¿Lo dices en serio?!
-Sí, aunque bueno, tampoco quiero que pienses que lo hago solo para poder besarte en pantalla. Creo que eres realmente buena. Lo otro... Es tan solo un plus -con una sonrisa pícara, a la que Merche solo responde con balbuceos- ¿Mañana a las 10?
-C-claro.
Thimotée le entrega un papel con una dirección.
-Allí nos veremos.
Antes de irse, se detiene a admirar la señal contra la que Marina se chocó tan torpemente antes.
-Al final nos ha venido bien tu torpeza. ¿Pero qué significa "Acho Para"?
-Es... "Stop" en murciano.
Thimotée sonríe y se va. Merche permanece ensimismada unos minutos, aún en su nube, hasta que logra reaccionar y coger su móvil.
Busca rápidamente el grupo con Ayla y Susi y se dispone a contarles lo que ha pasado pero, como siempre, se encuentra su chat lleno de audios hiper largos de Ayla odiando a Sara y Susi obsesionada con Firulais.
Como toda persona racional, Merche decide no contarles nada por el momento. Al menos, hasta que consiga el papel en la peli de Thimotée.
