Entrega de último momento

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Itachi ató su largo cabello en una coleta alta, abriendo poco después la laptop.

Había pasado la mayor parte del día trabajando en su investigación y estaba notoriamente cansado, por lo que recibir el correo de su tutor a último momento solo empeoró su humor.

Tenía que escribir un artículo que debía quedar listo a más tardar a las 10:00 am del siguiente día. Siendo las 11:45 de la noche, Itachi debía concentrarse en terminar el artículo en ese mismo momento, aunque sus ojos estaban cansados, su espalda de dolía y su cuerpo le exigía el descanso tan merecido después de tantas horas escribiendo su tesis.

A veces odiaba a Kakashi por ser tan irresponsable al momento de pasarle la información, ya que su falta de organización le había mencionado la noticia del artículo a último momento.

Ya había pagado la laptop cuando le llegó la notificación del correo electrónico. Realmente quería matarlo, pero estaba demasiado atrasado como para permitirse perder más tiempo.

Sacando su libreta con sus notas, el sonido del teclado empezó a inundar la habitación. La taza de té verde se quedó olvidada en la pequeña mesa para dos personas, ya que su prioridad era terminar de escribir lo más pronto posible, darle una revisión y mandarlo, ya que necesitaba una mañana tranquila después de tantos días de desvelo.

Las ojeras alrededor de sus ojos eran la evidencia de tantos días de trabajo duro. Todos sus amigos y familia conocían que Itachi estaba muy comprometido con su educación y que era mejor no molestarlo durante su concentración, ya que su temperamento y paciencia eran bastante limitados. Aunque bueno, siempre había una enorme excepción a este tema.

"Buenas noches, Itachi" escuchó repentinamente, provocando un sobresalto inmediato.

Al girar la mirada se topó con los ojos negros de Kisame, quien mostraba su enorme y afilada sonrisa delante de él. Itachi no recordaba haber quedado de verse, por lo que la duda era evidente en su expresión.

"¿Nos íbamos a ver está noche?"

"No, pero ya no me contestaste los mensajes, así que supuse que estarías concentrado en tu trabajo. ¿Ya cenaste? Apuesto a que no has comido más que cosas instantáneas como ramen. Traje algunas cosas para que cenemos juntos."

Kisame tenía una apariencia intimidante: su altura era de casi dos metros, sus dientes eran afilados, su piel tenía un ligero tono gris bastante característico de los tiburones, además de que sus ojos eran de una profundidad casi amenazante.

Sin embargo, los que lo conocían mejor sabían que Kisame era una persona sumamente amable, sensible, que le gustaba disfrutar las cosas simples de la vida y que tenía un carácter noble con casi todo el mundo.

Itachi no había podido resistirse a su encanto, terminando por enamorarse de él casi sin darse cuenta, por lo que el impulso natural de levantarse y darle un beso a su novio fue inevitable.

"No tenías porque molestarte en traer comida."

"Sabes que no es ninguna molestia venir a verte."

Itachi repentinamente había olvidado todo el estrés y sus obligaciones con el artículo al envolver sus brazos alrededor del cuello de su pareja, profundizando un largo y apasionado beso.

Solo Kisame sabía esa faceta de su personalidad, en donde la dureza de su carácter se iba por la ventana al dejarse consentir, envolviéndose entre los brazos de su novio y dejándose llevar por sus emociones.

Aunque quería dejarse llevar por completo, una pizca de cordura apareció en la mente de Itachi, separándose de Kisame y mirándolo a los ojos, mientras sus dedos acariciaban las mejillas contrarias.

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