CAPÍTULO TRES

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Narra David

Me encuentro en nuestro departamento, preparando el desayuno aun con mi pijama y pantuflas...

- buenos días -canturreó Leti y se puso a mi lado

- buenos días, siéntate que ya está listo el desayuno -dije dándole un beso de buenos días en sus mejillas

- ¡que rico! -sonrió y se sentó

le di su plato y me senté a lado de ella

- iré a trabajar dentro de pocos minutos, ¿te puedes encargar de la casa? -pregunté gentilmente

- claro, no te preocupes. además, tengo que ayudar en algo, me trajiste contigo así que tengo que agradecerte -sonrió

-prácticamente tú te colaste -reí

- ¡oye!, no iba a perderme de ir a un viaje, y menos a París -movió lentamente la cabeza negando

- vale, entonces te quedaras en casa a ayudarme mientras trabajo -dije

-claro -siguió comiendo

Terminé de comer y me fui a dar un baño, me cambié y me despedí de Leti, salí del departamento y pude ver a Ernesto estacionado fuera de este

-buenos días Ernesto -dije acercándome a él

- buenos días joven Volkóva -abrió la puerta trasera y yo me monté en el asiento trasero, cerró, subió y arrancó rumbo a la empresa

al llegar bajé y acomodé mi saco ....

- joven Volkova, buenos días -dijo Antonieta

- solo David por favor -sonreí

- vale... David, él señor Leblanc te espera -sonrió

-muchas gracias, con permiso -me despido con la mano y me retiro

subo por el elevador hasta llegar a su oficina, toco la puerta, ahora solo dos veces seguidas

- adelante -dijo su voz rasposa y elegante

- buenos días -digo entrando completamente a su oficina

el al verme sonríe alegremente y se separa de su asiento para así acercarse a mi

- David, buenos días, ¿qué tal tu departamento, dormiste bien? -preguntó animado, pero a la vez preocupado por ¿mi?

- el departamento es todo un lujo, Leti y yo dormimos de maravilla señor Leblanc, muchas gracias -dije cortésmente

- ¿Leti? - preguntó algo serio

- sí, una compañera de trabajo que viene conmigo, espero no le moleste -digo tímidamente

- claro que no -sonríe

- gracias, bueno ¿comenzamos? - pregunto ansioso

-claro, vamos, te mostraré tu oficina -me toma de la cintura y comenzamos a caminar, esto es un poco incomodo

Mientras caminábamos me mostraba los lugares de trabajo, las formas en la que sus trabajadores realizaban sus actividades

- y esta es tu oficina -dice abriendo la puerta blanca, entramos y era muy moderna, simple y acogedora

- me gusta -camino hasta llegar a la silla de trabajo y a mi escritorio

- me alegra escuchar eso -cierra la puerta

me senté en la silla, que es giratoria y muy cómoda

- te dejare que te acomodes, si necesitas algo, no dudes en pedírmelo -se acerca bastante a mi

El camino del amor©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora