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Generation Why -Conan Gray
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Iba en el coche hacia la escuela, como ya era rutina mi papá me llevaba antes de irse a trabajar. Ese pequeño viaje es de las pocas cosas que disfruto en el día ya que ninguno dice nada, solo se escuchan canciones en la radio que llenan el ambiente; era tranquilizador.
—Adiós pa-le dije mientras bajaba del auto
—Ten un lindo día, hija-me sonrió y le devolví la sonrisa para después cerrar la puerta del coche.
Ajuste un poco las cintas de mi mochila y caminé dentro del colegio.
Todos mis compañeros estaba en su mundo, revisando sus fotos, cuantos likes tenían hasta el momento; enviaban mensajes o hacían llamadas, cada uno en su mundo.
Caminé hasta mi casillero, lo abrí y saqué los libros de mis primeras tres materias.
—No, no son. ¿O si son amigos Luis? - mire hacía donde se escuchaba la voz de Sofía, la cual estaba discutiendo con Gerry y sus achichincles, Ernesto y Darío-No no creó que sean amigos
Rodé los ojos e ignore la situación por completo. Siempre he preferido evitar los problemas que no son mios.
Cerré mi casilla y justo atrás de ella estaba Carlos, brinque del pequeño susto que me había dado.
—¿Te asuste? - se rie. Solo negué fingiendo molestia y lo empujé despacio, el se rie de vuelta
—Anda vamonos - le digo con una sonrisa tomando su mano
Hablamos un poco mientras caminamos al aula, había un par de personas dentro.
—consiganse una habitación - les dice Carlos a Isabela y Pablo los cuales se estaban comiendose encima de su mesa
—¿celoso? - preguntó Pablo burlón, Carlos solo bufa riéndose y negando
—Hola guapa-me saluda Natalia, me inclino para besar su mejilla
—Hola, hola-le digo de vuelta
—¿Y a mi no me vas a saludar? - pregunta Raúl, yo solo negué y me incliné para darle un beso en la mejilla, el se movió he hizo que besara la comisura de su labio
—¡hey! Vi eso, cuidado cabron-lo acusa Carlos, Raúl se rie mientras yo ruedo los ojos y niego por la actitud de los dos ya que se llevaban así siempre.
Tomé la mano de Carlos y nos fuimos a sentar. El timbre sonó y el aula comenzó a llenarse rápidamente. Entre la multitud de gente entró un chico que jamás había visto, pero supuse que era nuevo.
Era de tez bronceada, alto.
La maestra llegó al aula y regaño a Isabela y Pablo, los cuales tomaron su lugar rápido.