JAZZ BAR.

inside.

Las luces de neón brillaban con abundancia por todo el lugar, iluminando la oscuridad que inundaba el gran espacio. Los colores fuertes haciendo un buen contraste, el rojo notándose con más insistencia.

Era una buena vista, cientos de cuerpos moviéndose al ritmo de la música, el aroma a alcohol y diversas fragancias mezclándose en el aire, además de los gritos alegres, fiesteros en su mayoría. La noche estaba estrellada, eso podía notarlo gracias a que estaba junto a una ventana con sus amigos, los cuales estaban riéndose de algo que no había escuchado del todo.

Había algo que no entendía, y eso era el hecho de no haber bebido ni una sola gota de alcohol en toda la noche, estaba fuera de sus manos aquella acción. Al ser el mayor de ese pequeño grupo, se había puesto en la obligación de cuidarlos; ya que al parecer, a Gwanghyun se le había hecho muy buena idea el llevar a Yuku hasta ese club nocturno.

¿Si quiera el guardia le había pedido su identificación a ese mocoso? Si bien todos estaban en la mayoría de edad, pero el castaño incluso delataba por su rostro infantil que era más pequeño. En fin, se preocupaba porque aunque no quisiera, también era su jodido problema.

A pesar de que estaba al pendiente de que Heechan no se pasara de listo con las bebidas que traía, también tenía sus ojos puestos alrededor. El mencionado sabía los planes que tenía para esa noche, y por alguna razón estaba de acuerdo en que le cediera el pesado cargo de "niñera" claro, como si fuese tan difícil cuidar de dos adolescentes que sólo tenían permitido beber Coca-Cola.

Lee Changmin simplemente estaba ahí para divertirse, quitarse el estrés que cargaba por culpa de los exámenes finales, ya había terminado con cada uno de ellos hacia ya una semana, pero sus hombros seguían tensos por culpa de tantas horas corridas de estudio, quizás; el simple hecho de pensar en las notas que sacaría, le ponían en ese estado injustificado de estrés.

Sus amigos decían que se veía desesperado... No quería creer eso, por su puesto, aceptar que estaba necesitado en extremo, haría que su tonto ego se vea pisoteado.

Pero no era su culpa, en todas las últimas semanas su única compañía habían sido los diversos libros y apuntes que debía memorizar por el bien de su pellejo, a él no le importaban mucho las notas... Pero a sus padres les llenaba de orgullo que fuese el mejor en todo, y no podía permitirse el tocar fondo injustamente.

Sólo deseaba que sus nervios estúpidos se fueran luego de esa noche.

Que su mente se despeje y en vez de cargar con una mueca en su rostro, sus labios tengan una sonrisa, alegando que se la había pasado de maravilla.

Incluso pensaba que tenía las manos frías debido a no tener algún tipo de contacto físico con otra persona. En cierta forma, estaba comenzando a agobiarse por culpa de su falta de sexo semanal.

Era gracioso decirlo, pero era verdad.

—¿Aún no encuentras a alguien que te llame la atención?— Heechan gritaba justo a su lado para que pudiese escucharlo, Changmin saltó asustado porque dios, estaban alejados del escándalo, no había razón para moler su tímpano de esa manera. —No puedo divertirme si sigues con esa cara que te cargas— Le miró con hostilidad, quitándole de la mano el trago que se veía entero. Bien, admitía que tenía la garganta seca, lo bebió hasta que nada quedó y todo dentro suyo ardió debido a todos los grados que ese alcohol tendría.

Sería una perdida de su tiempo el haber ido ahí, sin beber y sin encontrar algún amante para divertirse.

—Tampoco es divertido que te robes mi trago.

—Como sea, no. Nadie ha llamado mi atención.— Se recargó contra la ventana, metiendo las manos en sus bolsillos; tratando de soportar la mirada sugestiva que el más bajo le estaba dando. —Pero Chan... Llevas toda la noche ahí parado.— Por un momento, su cerebro se congeló, aceptó que eso era cierto. Desde que llegaron no se había movido de ahí, pero joder, tenía ojos; podía ver perfectamente a pesar de la poca iluminación, alguien debía pasar frente a él en algún momento. Alguien sin dudas podía pasarle por las narices y robarle el aliento.