Capítulo 1

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¿Despertar o Imaginar hacerlo?
¿Has despertado alguna vez, con la sensación de solamente querer llorar?
La primera vez, que desperté y sentí la sensación que estaba en un universo paralelo al que realmente pertenecía. Fue el mismo día que:
                                                  ...


Despierto esta mañana, cansada, como ya es costumbre, cansada de tener que sufrir día a día, por tratar de escapar de mí misma, oh bueno, en cierto modo, de mis pensamientos. Estos días, han sido oscuros e interminables y mi corazón, si es que de verdad aún sirve, constantemente se encuentra sufriendo de taquicardias por tanta angustia contenida, que se supone que debería tratar de liberar de alguna forma, de alguna manera.
Realizo mi estiramiento de rutina, aún en la cama, pude sentir una presencia irrumpiendo en mi cuarto, ¿eres tú? Pregunté, nadie respondió. Me levanté de mi cama, y fui directo a la cocina, tal vez hoy como de costumbre no se me antojará más nada que una simple fruta. Tomé la fruta y empecé a subir las escaleras, lentamente, para irme a dar un baño. Durante mi baño, poco a poco, venían muchos pensamientos a mi cabeza, pensamientos que iban destrozando mi supuesta paz, llevándome a tal punto de caer al suelo a llorar, sintiéndome cada vez más débil, más inútil. Entré a mi cuarto, mientras mis lágrimas seguían descendiendo de mi cara, aún desnuda me derrumbé sobre la cama odiando cada centímetro de mí y de mi vida, sintiéndome como una muerta viviente, me cambié y alisté mis cosas para ir a la escuela.
Camino a la escuela, paso por aquellos lugares que un día compartí contigo, cuánto te extraño… pensé.
Al llegar a la escuela, mis amigas me estaban esperando en la puerta con una gran sonrisa. Las saludé y entramos a la institución. En todo el transcurso de camino al salón, no dije ni una palabra, mi mente se encontraba quizás en otro lugar, otro mundo o quizás en otro universo. Mi amiga más cercana, Laurel, se acerca a mí y dice:
- ¿te pasa algo Mari Lau?
-No, estoy bien, no te preocupes. Respondí, siguiendo sumergida en mi mundo.
-Ok, está bien, tengo que contarte muchas cosas. Dice ella, tan emocionada, que me causa miedo.
- ¡Ay qué emoción, no puedo esperar a saberlo! respondí intentando parecer emocionada
Tiempo después, en clases de literatura, la maestra asigna un trabajo en grupos para la próxima clase: “Realicen una carta, escrito o ensayo a una persona que admiren, quieran y/o extrañen, debe hacerse tipo informe, explicando ¿por qué lo eligieron, qué impacto tiene o tuvo en su vida? El mejor informe, será premiado y tendrá la posibilidad de ser enviado a un concurso de escritos profundos”.
Mientras todos celebraban las últimas palabras de la maestra, un nudo se hizo en mi garganta, al ver que mis amigas hicieron grupo sin mí, me sentí excluida y al mismo tiempo invisible. Durante unos instantes pensé: Quizás la maestra solo pone este tipo de actividades, con alguna intención oculta. No tiene sentido escribir cartas a alguien que extrañes, o esté muerto. ¿Acaso se pueden enviar cartas al cielo? Mientras pensaba sobre el informe/carta/ensayo. Alguien se acerca a mí y dice:
- ¿Te gustaría trabajar conmigo?...
Durante unos segundos me mantuve en silencio, pensando sí en realidad alguien me había hablado o solo era producto de mi imaginación. A lo que después respondí:  
-Ok, está bien…
Al llegar a casa luego de una larga y extensa jornada, en la escuela tuve la impresión de sentirte e incluso poder escucharte.
- ¿Estás ahí? - Pregunté. Mientras me dirigía lentamente hacia mi habitación. Estando ya en ésta. pensé en voz alta: 
- ¿Puedes venir? ya no quiero estar sola… expresé mientras me recostaba en la cama y sostenía mi almohada tan fuerte como sí fuera una persona que hace mucho tiempo no veía.
Inmediatamente en mi habitación, hubo un gran silencio; tanto que se podía escuchar la fuerza con la que pensaba y pensaba, mirando hacía el techo hasta poder quedar dormida. 
¿Sueño o realidad?
Muchas veces en nuestra vida, vivimos sueños que en cierta forma parecen realidades. Cosas que creemos haber visto o incluso vivido antes. Pero ¿quién puede decir qué es realidad y qué es un sueño?

Un sol tan oscuro como mi almaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora