Preguntas a la Luna

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Me gustan los colores pasteles de la habitación. Cada noche venía y miraba por la ventana la noche estrellada, pensando... Siempre me preguntaba ¿Podría mi corazón perderse en uno de estos recuerdos y ya no volver? 

La Luna oía cada una de mis preguntas pero no las respondía, seguramente está pensando las respuestas. 

Cada noche le hacía la misma pregunta pero también mientras iba creciendo tenía más dudas, las cuales mi confidente y amiga Luna oía con paciencia y cariño maternal. La Luna era mi mejor amiga, la única que me escuchaba y no era egoísta.

Ella era tan generosa que compartía el cielo nocturno con sus estrellas.

Anhelaba algún día llegar junto a ella y pedirle las respuestas que le encargaba cada noche. La habitación de hermosos colores pasteles nos unía a través de mi ventana, era por dónde hablábamos.

Un día me animé a preguntarle, ¿Por qué esta historia es tan bonita? Ella brilló con esmero y comprendí que esa era su respuesta. Mi felicidad se había quedado en esta habitación desde que nos unimos con Luna, mi Luna.

Los colores pasteles de la habitación esta noche se veían más cálidos, ¿Será que esta es la mejor parte de la historia? Hoy el firmamento nocturno está despejado y hermoso. La Luna espera mi presencia y me observa en la ventana.

¿Cuál es la mejor parte de esta hermosa historia? 

Esta es la mejor parte de esta historia, cuando mi amiga la Luna está feliz porque ya no corren lágrimas por mi rostro mientras le pregunto, cuando ya no hay marcas en mi blanquecina piel, cuando estoy feliz. 

Sonreí por primera vez, ella me siguió viendo y menguó. 

Fue el mejor regalo que me pudieron haber dado jamás y estará por siempre en mi corazón y en mi habitación de colores pasteles.

Dormí junto a mi ventana y desperté con un pedazo de Luna, comprendí que estaba llegando al final de nuestra historia, mi habitación se encargaría de guardar entre sus paredes pasteles los pequeños recuerdos perdidos junto a mi corazón.

La noche llegó, era el final de esta historia. ¿Podré deambular hacia mi próxima historia?

Un brillo melancólico iluminó el firmamento, la despedida. Quise no llorar pero tuve que hacerlo, no eran lágrimas de tristeza por un final hermoso sino que eran lágrimas de felicidad porque por fin podré acompañar a mi amiga Luna en el cielo nocturno.

La habitación de colores pasteles fue mi cielo durante mucho tiempo pero ya es tiempo de encontrar las respuestas que le pedí a mi amiga la Luna. 

Esta noche, es mi última noche en este cielo de colores pasteles y cuatro paredes así que sonreí como nunca antes y me dormí con el brillo de mi amiga. Junto a mi tenía el pequeño pedazo de ella que me había dado, me despedí de mis recuerdos y sentimientos. 

En mi cielo pastel nunca se permitió el dolor ni los malos pensamientos, sólo conversaciones y preguntas hermosas.

Mi última noche en mi cielo pastel, después comenzaría mi primera noche en el cielo nocturno con mi amiga la Luna. Y ya no volvería más.

Ahora sería una Estrella.

Firmamento PastelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora