Cap 1: Los corazones se rompen sin previo aviso.

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Desperté con la respiración agitada, me sentía expuesta.

Por cuarta vez en esta semana despertaba con el corazón a mil por hora. 

—Henelle, cariño estás bien,— mi madre entro a mi habitación muy preocupada. 

—Si mamá lo estoy ¿Por que estás tan nerviosa?,—pregunte al verla perturbada. —Te escuché gritar.

—Oh sí, solo fue una pesadilla,— respondí calmada.

—Alístate ya es tarde, te esperamos para desayunar.— dio un beso a mi frente y luego salió.

Mamá es una señora muy guapa, elegante, está en sus 37 años, es alta, su piel es muy blanca, su cabellos es castaño, sus ojos son azules, tiene una sonrisa hermosa y es muy amable.

Es la madre más comprensiva, amorosa, sincera y honesta.

Me arreglé lo más rápido que pude para poder bajar a tiempo ha desayunar con mis padres.

Traté de no pensar en lo que había pasado, no quería asustar a mamá, pero desde hace días e estado teniendo la sensación de que alguien me observa. Y despierto todas las mañanas asustada.

¿Pero esta vez grité? No recuerdo haberlo hecho.

Terminé de cepillar mi cabello y bajé al comedor a paso rápido. 

—Buenos días,— dijimos mi padre y yo al unísono.

—¿Como estás esta mañana pequeña?— amaba decirme pequeña. 

—Ya crecí, lo olvidas?, —Refute
Los dos reímos.

—¡Ok ha desayunar!,— exclamó mamá.

Comimos a gusto y después de terminar papá se ofreció a retirar los platos de la  mesa, así que mamá y yo estábamos solas. 

Tenia que preguntarle.

—Mamá ¿Qué pasa? Te noto preocupa.

Lo de antes solo fue una pesadilla.— indague.

—Lo sé, no es eso hennelle, solo son nervios de principiante, hoy estará fuerte el trabajo. Aunque lo he hecho miles de veces sigo sintiéndome así, además hoy tendré que dar lo mejor.

—Esta bien mami, lo harás de maravilla, no te preocupes.—le sonreí.

—Hora irnos, vamos llegarás tarde a la escuela. —A papá le gustaba ser puntual. 

...

Las horas en la escuela pasaron volando, mamá había llamado para recogerme, pero le había dicho que me iría con las chicas 
Las chicas, cómo me gustaba llamarlas eran. 
Lisa, piel blanca, rellena, cabello negro largo, ojos claros. Inteligente y dulce. 
Betty. Bajita, piel morena, ojos marrones, cabello ondulado. Astuta y divertida.

Las chicas estaban un poco aburridas y la verdad yo también, no queríamos volver a casa tan pronto así que decidimos ir por unos helados antes de regresar.

Nos dirigimos a la heladería “rose and rose”
La heladera era muy bonita y cálida, no tan grande, pero tampoco muy pequeña. Habían luces de colores y grandes mesas por todo el lugar.

Nos sentamos en una mesa que se encontraba en un pequeño rincón 
Yo pedí mi helado de chocolate mientras que lisa y Betti debatían por cuál sabor elegir. 
Las chicas se decidieron por uno de vainilla, tenían una obsesión por comer y usar las mismas cosas, era estresante.

Estuvimos un rato charlando y luego de terminar nuestros halados nos despedimos para luego cada una tomar su camino.

De regreso iba planeando mi próxima jugada, era hora de actualizar el juguete por uno más divertido.

Misterioso asesinato.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora