Después de el accidente con sus ojos y de perder a la persona que más amaba en el mundo, Tom deberá intentar vivir una vida normal con su nueva condición. Ésta historia terminará cuando Tom muera.
Advertencias:
Ésta historia tiene como protagonista...
Era una mañana tranquila, un pequeño niño dormía plácidamente en su cuarto. Su nombre era Thomas pero le decían Tom de cariño, el silencio de la habitación se rompió cuando una mujer de cabello castaño claro interrumpió el sueño de su pequeño hijo.
Tommy~ Despierta cariño...- Dijo la mujer con un tono dulce en su voz.
Tom solo se revolvió en sus sábanas de color celeste, no quería levantarse porque sabía que iba a pasar si lo hacía. Mientras pensaba en finjir estar enfermo para no ir con su madre unas manos lo sacaron bruscamente de su cama.
Vamos Tom, tu padre te está esperando!- La mujer sabía que si no se apuraba, su marido perdería la paciencia y seguramente se enojaría con alguno de sus hijos.
En la habitación se empezaron a escuchar llantos del pequeño que se negaba rotundamente en ir con su padre, el era a sus ojos, una persona horrible que le quería hacer daño a su madre, a su hermano y a el. Intentó salir del agarré de su madre pero no podía, era solo un niño de cinco años que no podria con la fuerza de un adulto. De repente un joven de 14 años abrió la puerta bruscamente al escuchar el llanto del menor.
¡¡Mamá!! ¿Otra vez? Deja a Tom en paz- Grito nervioso el joven muchacho para después salir corriendo dónde su hermano y consolarlo.
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Su más grande debilidad era ver a su pequeño hermano llorar, odiaba verlo triste pero sabía que tenía que llevarlo con su padre porque si no el castigo sería peor para el menor.
Tranquilo Tommy, estoy aquí, cálmate...- Decía para parar el llanto de su hermano mientras lo abrazaba con fuerza. -Estaremos bien...yo estaré contigo en todo momento, ok?- Intentaba consolar al menor que tenía en sus brazos. Su madre solo miraba la escena con algo de pena, odiaba sentirse la "mala del cuento".
Ok, ok, basta, ustedes dos bajen rápido o si no su padre se enojará...- Dijo la mujer con una voz temblorosa mientras tocaba el hombro de su hijo mayor. El solo la miró y asintió, vistió a su hermano y preparo la pequeña mochila con forma de dinosaurio de Tom, después se dispusieron a salir de la casa y encontrar el tipico auto negro delante, ya se les hacía tan familiar ese horrible vehículo que los llevaba a un destino igual de horrible. Solo vieron a su padre abrirles la puerta, pudieron presenciar que en su cara había enojo e impaciencia.
Entraron los dos juntos y se sentaron en los asientos de atrás, como de costumbre, al lado de su padre quien solo les gritaba por su impuntualidad. El adolescente solo le contestaba de mala gana, mientras, el pequeño solo miraba la escena con tristeza, sabía lo que le esperaba ese día en ese lugar, dónde le inyectaban todo tipo de sustancias extrañas, lo encerraban junto a su hermano, dónde todo tipo de doctores lo revisaban como si fuera un animal enfermo. Al recordar todo lo que había vivido, sus hermosos ojos azules comenzaron a ponerse vidriosos, no soportaba ver a su hermano mayor y a su madre pelear por culpa de su padre, el era un mal hombre, un hombre que hacía daño.
