Prohibido

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Oscuridad y pureza, pero aun así no importa, ellos podrán contra todo, no importa si son de diferente reino ni mundo, sus caminos están unidos, a pesar de saber que, si aceptan sus sentimientos, podrán perder y ser separados, ya que su amor era prohibido, un ser oscuro y un ser de luz y pureza.
Que ironía como llego a pasar, como ese día lo cambio todo.
Kehena, se encontraba en orilla del rio con sus pies en el agua por mientras, observaba la hermosa cascada que, caída todo estaba tranquilo, oía el hermoso cantar de las aves, como el viento frotaba por su hermoso cabello rojo carmesí, su hermosa piel blanca, y su bello vestido, color perla. Ella se encontraba sola ya que había salido del Paradiso y había ido al hermoso bosque de afuera, en el habitan seres maravillosos, pequeños seres que no se encontraban en el Paradiso, y solo se encontraban allí, pero había un peligro a la vez ahí también podían ir los demonios, ya que mas abajo del bosque, a lo más profundo de él comenzaba el gran bosque oscuro, donde se encontraba la entrada al infierno. Pero ya todos los ángeles lo sabían entonces ya sabían dónde no tenían que ir. - ¿Qué pasa?, ¿hueles algo? – Dijo Azael a su cerbero el cual lo empezó a tirar y guiar hasta donde se encontraba Kehena, Azael al ver que lo había atraído hasta un ángel solo sonrío y miro a su cerbero, - Xin, solo es un ángel. – dijo volviendo a mirarla. – Es muy hermosa, Ha al menos me llevaste a ver algo bello, y no la vez pasada. – Dijo sedándose en el césped, detrás de los arbustos, para que ella no lo notara, pero su amigo Xin no ayudo, he hizo ruido, ella inmediatamente se dio cuenta y se dio la vuelta asustada. - ¿Q-Quien es?, ¿Quién anda ahí? – Dijo Kehena. – Tranquila – Dijo Azael levantándose y acercándose muy poco a ella. Kehena se quedo quieta al ver como un demonio se acercaba a ella con un gran perro de tres cabezas. – Me llamo Azael, ¿y tú? – Dijo sonriendo traviesamente, - Y por favor, no tengas miedo, no te hare nada, ¿está bien? - Kehena se quedó viéndolo, respiro profundamente y le respondió. – Me llamo Kehena, ¿Por qué me estabas espiando Azael? Dijo viéndolo y sonriendo levemente, - ¿Cómo se llama? – dijo Kehena señalando a su cerbero. – Me encanta tu nombre, ke-he-na, me gusta, y él se llama Xin, lo puedes acariciar no te morderá y por cierto no te espiada, solo te admiraba por un momento hasta que Xin hizo ruido, y sabes el fue el que me guio a ti. -   Dijo Azael mirándola y sonriendo acercándose a ella y tocando su cabello, - Me gusta tu cabello. – Dijo acariciándolo y poniendo su rostro en su cuello. Kehena se quedo un poco asombrada, pero raramente el demonio no le molestaba, por otro lado, le agrado. Se agacho y toco al cerbero, sonrío y volvió al ver al demonio. – Y usted Azael, ¿Que pretendes? – Dijo levantando su ceja y mirándolo con sus grandes y brillantes ojos verdes. – ¿Pretender yo? – Dijo sonriendo y riendo levemente. – Nada por ahora claro Kena, ¿Te puedo llamar así? – Dijo viéndola – ¿Por ahora? Uhm, ¿Kena? Ehm sí esta bien. -

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⏰ Última actualización: Jun 06, 2020 ⏰

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