Cuando era muy chica, la simple idea de que me mintieran me hacía sentir triste y no quería hacerlo, pero todos me enseñaron a mentir.
La televisión me enseñaba a mentir, mi mamá me enseñaba a mentir e incluso mis compañeros de clase lo hicieron. Al final, tuve que aceptar que había nacido en un mundo a base de mentiras e incluso iba perfeccionando mi técnica de mentir, pero mientras más Mentía, más me sentía aterrada y Ansiosa «¿Y si descubren que he mentido? ¿Si descubren que he cometido una equivocación».
Todo empeoró cuando entre a mi primera primaria, de la que no tengo recuerdos de nada, donde yo quería ser siempre diferente a los demás, pero aún así tenía miedo de estar sola, bueno, más bien, tengo miedo a estar sola. Si este mundo no fuera como lo es, no habría tenido que mentir sobre mis gustos como lo he hecho siempre hasta donde recuerdo. La segunda primera, cuando estaba en segundo, no fue mejor, creo que fue peor, me rompieron el corazón todas las niñas por ser diferente y aunque varios niños me aceptaban como era, era algo más madura que ellos. Tal vez fue que mis papás se separaron o el bullying que sufrí por las niñas, pero actualmente no recuerdo casi nada de esos dos años en los que estuve en esa escuela.
Cada vez mi mundo se hacía pedazos y me mentía a mi misma de que estaba bien.
Me he mentido hasta ahora de que todo está bien y sigo esta farsa donde sigo sin decir mentiras.
Tal vez entrar en la escuela en la que estoy ahora me hizo sentir cómoda, pero soy una mentirosa compulsiva y ya no puedo dejar de mentir.
«Profesor, no encuentro mi cuaderno.», «Si, mamá, ya entregue las tareas.», «No, mamá. No me gustan las chicas.» y muchas mas mentiras han salido de mi boca todos estos años, a veces se repiten y a veces son nuevas.
Claro que odio mentir, pero ya se me ha hecho costumbre, me es imposible salir de esta burbuja de mentiras que he creado y me protege de todo mal, aunque en realidad no me protege mucho porque sigo alejándome porque yo soy lo que más me lastima.
