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By: Jungkook
"Me vuelves loco SeokJin, eso me pasa" esas mismas palabras que salieron de mi boca hace unos cuatro o cinco días, suenan y suenan en mi cabeza. Desde ese día en el que besé a SeokJin y decirle prácticamente que me gusta, no volví a hablar con él, lo ignoró. Y parece que el destino lo quiso así porque después de que le dijera eso tocaron la puerta, fue mi ruta de escape y cuando intenta tocar el tema yo siemplemente lo desvío, ese beso no debió de pasar.
—Jungkook, diablo, desde hace unos días que estás así de raro ¿Que pasa?— estaba en la cafetería de la empresa hasta que Jin llegué
—No es nada Jihee, no te preocupes—
—¿Cómo chingados quieres que no me preocupe si andas como un zombie?— mejor le cuento porque si no se pone violenta.
—Mira— suspiré, está empezará a gritar cuando le cuente, cerré los ojos y hablé rápido—Bese a SeokJin hace unos días y le di a entender que me gusta pero escape y desde ese entonces lo ignoro y no dejo que toque el tema— cuando los abrí, encontré una estatua —Jihee!— seguía sin moverse —JIHEE! — pero en respuesta recibí una cachetada
—Ay perdón Jungkook lo siento—
—¿QUE CARAJO TE PASA JIHEE?—
—LOS SIENTO, TU ME GRITASTE EN MI MOMENTO DE SHOCK Y REACCIONE ASI—
—¿Pueden dejar de gritar?— la supervisora de la cafetería apareció en nuestra visión y nos dió una mirada asesina.
—Vieja loca— Jihee le saco la lengua a lo que la supervisora frunció el seño y la ignoro— ahora ¿Cómo que besaste a SeokJin? Digo, se que esos labios son apetecibles como un chocolate o bombón, digo no es que desée besarlo, digo no es que sea feo, pero...—
La frene —Entendi Jihee—
— y claro que entiendes si lo besaste— rodó los ojos— ahora ¿Porque escapaste imbécil? — me golpeó en el hombro
—auch bestia— me sobe la sona golpeada mientras finjia llorar—No puedo estar con el ¿entiendes?— me puse más serio de lo normal, o melancólico sería —somos diferentes, eso no quiere decir que no quiera estar con el—
—Si quieres estar con el entonces ¿Que esperas? ¿A qué le temes?—
—Al amor, a la sociedad, al no ser correspondido, al ser cambiado por otro— señale lo que le temía, lo último nombrado mirando el gran ventanal transparente que daba a la entrada de la empresa, dónde había un Taehyung sonriente con un ramo muy hermoso de flores, esos que no venden en la calle por monedas a los que yo tengo acceso, y en la otra mano una caja muy linda de color rojo, seguro esos chocolates caros, que ni en las tiendas de barrio venden porque no les alcanza para comprarlos. Cambie la vista más adelante de Taehyung, un SeokJin sonriente, caminando con los ojitos sinceros que le brillan.
