Alex estaba corriendo por toda la casa como demente desquiciada porque se había quedado dormida y tenía examen temprano en la Universidad.
- Mamá - gritó.
- ¿Sí?
- ¿Dónde está mi libro de Química y mi llaves y mis lentes y mi abrigo...?
Patricia se detuvo a observar a su hija en esa danza de la locura que conocía muy bien - Libro de Química en el estudio, llaves en la mesa de salida, lentes en tu cabeza y abrigo en el respaldo de la silla de la cocina, ¿tu cabeza?, si no la tuvieses pegada a tu cuerpo de seguro ya la hubieses perdido.
Alex miró a su madre con sus cejas fruncidas y luego le sonrió - ¿Qué me haría sin ti Patricia?
- ¿Perder la cabeza?
- Cuidado con la que pierda la cabeza seas tú Ma - le comentó mientras iba por sus pertenencias a cada lugar que su madre había indicado.
Patricia la miró sorprendida - ¿Estamos hablando de...?
- De tu almuerzo con la very hot mamita, no creas que con mis crisis se me olvida tu vida - dijo parada frente a Patricia con todas sus pertenencias. Alex observó las facciones de la mujer frente a ella, como siempre, podía reconocer esa tristeza profunda que trataba de ocultar al mundo externo que le rodeaba; pero no a ella, ella conocía esa mirada llena de sentimientos perceptibles, pero inaudibles. - Ma, te ves tensa, nerviosa, aterrorizada, colapsada, petrificada, conmoció...
- Aquí vamos de nuevo - puso sus manos en su cabeza y caminó en la dirección contraria.
- No te enojes, solo quiero que estés tranquila, solo es un almuerzo - alcanzó a su madre y besó su mejilla y comenzó a caminar hacia la puerta y sin voltear a ver a su madre dijo - Solo procura no ir al baño, esa sería la oportunidad perfecta para que ella te siga y te bese desenfrenadamente y tú supliques por más y...ya sabes - terminó diciendo mientras cerraba la puerta con una gran carcajada.
Patricia suspiró y alzó su vista al cielo - Dios dame paciencia, pero dámela ya - luego sonrió con una tímida sonrisa. Aunque, muchas veces le incomodaban los comentarios aberrantes de su hija, terminaba sonriendo y divirtiéndose por lo elocuentemente impredecible que era.
La puerta se abrió nuevamente y apareció la cara de Alex asomada por ella - Megan vendrá hoy, si no he llegado de la Universidad, por favor, atiéndela bien - casi cerrando la puerta, asomó nuevamente la cabeza y dijo con una gran sonrisa - Mientras esperan por mi deberías pedirle una clase de lenguas...
- Alexandra Stevenson desaparécete ya - le gritó Patricia totalmente sonrojada.
- Mamá, tú tienes una mente tan cochambrosa, clase de lengua italiana, siempre has querido viajar a ese hermoso país, ¿no? - alzó sus cejas y comenzó a cerrar la puerta y se escuchó ya del otro lado - Te amo, Mami.
- También te amo Alex - dijo Patricia sacudiendo su cabeza en ambas direcciones. - Clase de lenguas - dijo susurrando - Creo que estoy enloqueciendo, necesito esas vacaciones prontamente. Patricia tomó su bolso, su celular, sus llaves y salió por la puerta, por donde minutos antes, su hija había desaparecido.
Una hora más tarde había llegado a la oficina, para encontrar a Ana parada en la puerta con una taza de café. A Patricia se le iluminó el rostro, no por ver a Ana, sino por su delicioso y aromático café...
- Oh Ana, gracias, eres la mejor, ¿qué me haría sin ti?
- Absolutamente nada, serías como una drogadicta sin dinero para comprar su droga y saciar su adicta necesidad.
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Del borde...al precipicio (Sankh)
RomancePatricia le huye al amor como a la peste, su único objetivo es su trabajo y su hija Alexandra, la que desea con locura que su madre se dé la oportunidad de amar nuevamente. Patricia esta segura de no caer en las garras del amor; hasta que en su vida...