Amor Profundo Desgarrador Destino (Libro # 2)

Capítulo 904 Su calidez 4

De hecho, Lu Bancheng no tenía planes más tarde ese día, y se había estado obligando a no molestarla y mantenerse alejado de ella.  Pisó el acelerador sin dudarlo y se puso en marcha.  Después de conducir una gran distancia, pisó el freno y se detuvo en la carretera antes de apoyarse en el volante sin moverse.

...

Xu Wennuan condujo a casa después de cenar en casa de Gu Yusheng y Qin Zhi’ai.  Cuando se mudó del apartamento de Lu Bancheng, tenía poco dinero en efectivo e incluso le debía 800.000 dólares a Qin Zhi’ai, por lo que no había alquilado un apartamento y se había mudado a casa para vivir con sus padres.

Sin embargo, durante el año pasado, debido a que el spa se encontraba en una ubicación ideal, había cosechado grandes beneficios y, como resultado, su salario se había multiplicado varias veces.  A principios de año, no solo había logrado pagar su deuda con Qin Zhi’ai, sino que también había pagado tres meses de alquiler por un pequeño apartamento.

Inicialmente, ella simplemente había querido administrar responsablemente sus finanzas y nunca había pensado en comprar una casa pero, cuando le mencionó la idea a Zero, él la animó a comprar una.  Le había dicho que nada más en Beijing conservaría tanto su valor como la propiedad.  Con sus limitados ahorros, Xu Wennuan inicialmente había querido comprar algo en los suburbios, pero después de que Zero analizó el mercado, le recomendó que comprara una propiedad en el corazón de la ciudad.  Sin embargo, después de haber pagado el alquiler de su apartamento, sus ahorros se habían agotado pero, debido a que los precios de las propiedades se habían disparado recientemente, decidió esperar para comprar una propiedad, pero aún estaba agradecida por el consejo que Zero le había dado.

Después de regresar a su apartamento, Xu Wennuan trotó en su caminadora en el balcón durante media hora antes de tomar una ducha caliente, beber una taza de leche tibia y meterse en la cama para dormir.  Quizás porque la tomaron desprevenida cuando se encontró con Lu Bancheng ese día, los recuerdos del pasado, que habían estado encerrados en el fondo de su corazón, se despertaron por completo.

Esa noche tuvo una pesadilla por primera vez en ocho meses.  Se despertó con un sobresalto y se agarró con fuerza a su manta mientras saltaba y se sentaba en la cama.  Inhaló profundamente durante varias respiraciones antes de escanear su entorno.  Solo soltó un suspiro de alivio cuando se dio cuenta de que estaba en su propio apartamento.

En comparación con la impotencia y el miedo que había experimentado cuando se despertó de sus pesadillas en el pasado, se recuperó mucho más rápidamente.  Después de calmarse, arrojó su manta a un lado y se levantó de la cama.  Entró al vestuario y se cambió el pijama, que estaba completamente empapado de sudor, antes de caminar hacia el comedor para servirse una taza de agua tibia.

Mientras se apoyaba en la mesa del comedor y bebía agua lentamente, levantó el teléfono para mirar la hora.  Eran las 3:00 a.m. De repente, como si recordara algo, se conectó al juego.  Efectivamente, vio un chiste que Zero le había enviado.  Xu Wennuan no respondió y simplemente se desplazó por su historial de chat para ver sus mensajes anteriores.  Todos los días, le enviaba un chiste a las 3:00 a.m. en punto.

La química entre ellos solo se había desarrollado a fines del verano del año anterior.  En ese entonces, habían pasado dos semanas desde que se divorció de Lu Bancheng.  Debido a sus problemas psicológicos, tenía pesadillas todas las noches.  Ese día, quizás debido a su período, ya se había sentido deprimida, por lo que había llorado inusualmente fuerte en la cama esa noche hasta que las lágrimas humedecieron su almohada.  Debido a que había temido que a sus colegas les hubiera parecido extraño que se hubiera ido a trabajar con un par de ojos rojos e hinchados, había iniciado el juego para desviar su atención.  Inesperadamente, Zero había estado en línea y le había preguntado: "¿Por qué sigues despierto cuando es tan tarde?"

Sintiéndose agotada por todo el llanto, ella no había respondido a su mensaje, así que después de un rato, él le había enviado otro.  "¿Tienes pesadillas otra vez?"