--¿Ahora que te falta?-- preguntó cansado mientras se metía en la cama.
--¿Qué me falta?-- respondió sin entender y metiéndose en la cama también.
--No eres el mismo, te he sentido muy frío conmigo, me haces pensar que algo te hace falta, que no te estoy dando todo lo que quieres-- dijo mientras intentaba abrazarlo.
--No es nada-- zafándose del abrazo de su marido le dio la espalda.
--¿Qué no es nada?-- tiró de su brazo hasta ponerlo boca arriba sobre la cama y se posicionó sobre él --Siempre que algo te pasa me dices lo mismo, no es nada, ¿cómo crees que me siento yo cada que me lo dices?-- reclamó molesto.
El ojiverde solo atinó a desviar la mirada sin responder.
--Dime, ¿qué demonios te falta?-- siguió enojado --Desde que estás conmigo, ¿has pasado hambre?-- lo observaba fijamente --Responde-- exigió.
--No-- aún no podía mirarlo a los ojos.
--¿Frío?
--No
--¿Te he sido infiel?-- enfurecía cada vez más.
--No-- continuaba mirando un punto indefinido en el espacio.
--Mírame-- ordenó el castaño y lo tomó de la barbilla para hacer que sus ojos se encontraran --¿Recuerdas de dónde vienes? Te saqué prácticamente de la calle, te lo he dado todo, casas, autos, lujos, ¿qué más quieres?-- sabía que lo estaba lastimando, lo veía en sus ojos, pero justo eso quería, lastimarlo, hacerle sentir un poco del dolor que él mismo estaba sintiendo.
Harry sentía las lágrimas acumularse en sus ojos, recordaba muy bien de dónde venía, pero Blaise nunca se lo había echado en cara, realmente estaba enojado, pero ¿qué podía hacer él?, decirle lo que le hacía falta era admitir que no era feliz a su lado y fingir que nada pasaba no era su estilo, simplemente no podía hacerlo.
No amaba a su marido, eso lo tenía claro desde que se casaron, había estado nervioso sí, pero no había sentido esa emoción que describen aquellos que se casan enamorados, le estaba muy agradecido, y así como tenía la certeza de lo que sentía, también sabía que Blaise lo amaba a su manera, pero no podía obligarse a corresponderle, no que no lo hubiera intentado, simplemente no lo había logrado.
--¿De verdad quieres saber que me hace falta?-- preguntó tristemente, ya no podía más, no podía seguir atrapado en un matrimonio que aunque le favorecía, no era lo que siempre había querido, él deseaba amor, confianza, comprensión, y con Blaise los tenía, pero también quería corresponder esos sentimientos y, aunque confiaba en él, le faltaba lo más importante, el amor.
--Por supuesto-- respondió seguro aunque algo en la mirada de Harry le dijo que la respuesta no le gustaría.
--Me hace falta una flor-- soltó simplemente.
--¿Qué?-- lo miró confundido el castaño.
--Si, necesito algo que me haga sentir que estoy vivo y que vibro, que amo y respiro, algo que me haga creer que aún existe el amor-- contestó desesperado --Lo que tengo en esta casa es una existencia vacía, ya no hago nada por mi mismo, paso los días aquí entre estas cuatro paredes sin nada más que hacer que esperar por ti.
--Eso no es cierto-- replicó Blaise.
--¿Ah no?-- empezó a molestarse también --Según tú, ¿qué más hago?, ¿acompañarte a esas fiestas llenas de gente hipócrita como un accesorio más?-- el ojimiel no respondió --Claro, eso es hacer mucho, no sabes como me hace sentir vivo el que todos me vean como un trofeo-- siguió sarcástico, sabía que eso era lo que todos veían en él durante esas reuniones, el exótico consorte que Blaise Zabini había sacado de quién sabe dónde.
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Me hace falta una flor
FanfictionQue tengas todo lo que el dinero puede comprar no garantiza tu felicidad. Eso no era algo que le debieran explicar a Harry Potter, eso lo tenía más que comprobado. Darle todas las cosas materiales que se te ocurran a la persona que amas no hará que...