Capítulo 1

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Ya había pasado tiempo desde que María José decidió alejarse de Paulina; sin embargo, ella siguió ayudándola con todo lo que estaba pasando en su familia.

P: Ella ya lleva en la cárcel 40 años... No creo que Kim tenga tanta experiencia

M: Bueno, pero tiene muchos contactos

P: Sí, pero además no es su área de expertise

M: Ay, ya, Paulina. Bueno, es lo que tenemos

P: Ayyy, bueno, ushh... Pues yo no tengo esa confianza para pedirle un favor así...

M: Mira, hagamos algo ¿Por qué no quedamos a comer hoy con ella? Yo saco el tema y tú le explicas

P: ¿Comer con Kim? -Viendo asentir a María José-. Pero eso es una tontería ¿no?      

M: ¿Por qué?

P: No, bueno, está bien. Sí, comamos con ella. Ok

M: Mmm, no sé, si quieres traer a alguien a la comida, también... Alejo, por ejemplo -mencionó celosa y temerosa por la respuesta.

P: Ah pues, -haciéndose la indiferente-. Voy a ver si puede...

M: Ah, o sea que se siguen viendo

P: Sí...?

M: Esto no avanza ¿Por qué no avanza esto?

P: ¿Algún pro ble ma? -dijo mirando confundida a María José por los celos e incomodidad que ella demostraba.

Luego de esa confusa conversación, evitaron tocar el tema por completo, hasta que llegó la hora de despedirse.

P: Bueno pues, yo te aviso ¿Sí?                               

M: Sí, sí, te confirmo la hora cuando le diga a Kim ¿Vale?

María José bajó del auto, dejando sola a Paulina piense y piense cómo le pediría a Alejo que la acompañe al almuerzo.

-

P.O.V PAULINA

Pues ya ni modo, tengo que marcarle... Aunque, ¿Y si voy sola? Aish, non ¿Para estar viéndolas a las dos bien cariñosas? Hazme el favor, suficiente tuve desde la vez que le plantó un beso a María José  en mi cara, así, sin más, vieja ri dí cu la -decía mientras le timbraba a Alejo.

A: Aló? Paulina? Qué tal? No esperaba tu llamada...

P: Bien , bien, gracias. Oye, ¿harás algo hoy?

A: No, a menos que tengas algo planeado para vernos

P: Algo así, hoy almorzaré con María José y Kim... ¿Vienes conmigo?

A: Claro, mándame la hora y paso a buscarte

P: Bueno, nos vemos, entonces

A: Cuídate, besos

P: Ajá, bye

*Vibra el celular*

Mensaje de MJ: Pau, ya hablé con Kim, ¿Qué te parece 2:45? Te esperamos, bueno... los esperamos, me estaba olvidando de tu noviecito.

Ay, qué considerada ella, "no vie ci to", bueno ya ni al caso.

FIN P.O.V

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Pasaron las horas y sin darse cuenta Paulina ya estaba en la puerta esperando a que le abran...

A: ¿Paulina? Paulina, te estoy hablando

P: AH¡ Sí, perdón ¿Qué pasó?

A: Que si le has hablado a María José para que-

K: Hola, parejita, pasen, adelante.

Paulina se quedó descolocada, y un poco enojada, no solo por su comentario, sino también por su presencia. Al entrar, notó a María José arreglando la mesa y no puedo evitar mirarla detenidamente, desde como su cabello caía sobre sus hombros, la blusa verde que sutilmente lograba traslucir su piel, el pantalón que le acentuaba muy bien sus caderas y hasta la simple posición inclinada en la que estaba, pero todos esos pensamientos se le esfumaron cuando sintió la mano de Alejo por su cintura, pero ya era muy tarde para reaccionar, ya que en ese momento María José ya se encontraba delante de ellos.

M: Hola, qué tal, siéntense -dijo acercándose al cachete de Paulina tratando de disimular la rabia que sentía al ver la mano de Alejo, cuando podía ser ella quien la sostenga de la cintura.

Una vez ya sentados, se notó un silencio incómodo, así que Kim decidió romper la tensión o generar más...

K: ¿No está increíble esa foto? -dijo apuntando al póster gigante a su lado.

A: Increíble

P: IN-creíble...

K: Primer hombre trans en portada

M: Esto es historia. De verdad, me emociona. Mira, mira, mira -señalando como se le "escarapelaba" la piel-.

Paulina se quedó confundida ante el gesto de María José, la conocía como la palma de su mano.

P: Bueno ¿Y cómo está él? ¿Lo golpearon mucho? ¿Lo dejaron muy mal?

K: Nooo, si es un toro, míralo. Eso es lo que la gente necesita ver para concientizar -haciendo quedar aún más confundida a Paulina.

M: Ya, pero, hija... -dijo mientras luchaba consigo misma para tomar un bocado de su comida-

P: Ahh, no ¿Salmón? ¿Ya te gusta?

M: Sí, me encanta

P: ¿Y las ronchas?

M: No, ya... ya no -excusándose tratando de tragar el pedazo de salmón.

A: ¿Sabéis por qué el salmón tiene tanto músculo?

M: A ver...

A: Porque nada contra corriente

M: Mmm, qué interesante, eh -mirando a Paulina con cara de "qué hombre más gilipollas te has podido conseguir".

K: Eso me recuerda a alguien

A: Sí, a Paulina

K: No, me refería a mí

A: Ya, yo me refería a Paulina

M: Bueno, todas nadamos contra corriente

K: Todas, sí, todas.

Paulina no entendía nada de lo que estaba pasando, hasta que María José y Kim intentan hacer un brindis, pero ella solo se limitó a lanzar una sonrisa mientras se servía más vino.

Siempre tuyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora