Cuatro.

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HARRY'S POV

Nunca supe que paso realmente. 

De un momento a otro, Lea simplemente fue desvaneciéndose de mi vida. Las llamadas ocasionales entre clases, las tardes de estudios, las cenas juntos, las platicas... todo desapareció.  

Después de aquella tarde en la que la vi besando a aquel hombre, fueron muchas veces las que la vi con diferentes hombres. Ya fuera caminando por el campus, en la cafetería fuera de la escuela, en la biblioteca... en donde fuera, Lea iba acompañada cada día de un hombre diferente. 

Cada día me decepcionaba un poco mas. 

Supongo que el error había sido mío, por desvivirme tan rápidamente por una persona que realmente no conocía. ¿Cuánto tiempo tenia desde que la hubiera vuelto a ver? Tan solo eran poco mas de dos meses. 

Solo dos meses y yo juraba conocerla mejor que nadie. Vaya idiota. 

Suspire largamente, caminando por los pasillos de uno de los edificios de ingeniería. Mi ultima clase había acabado. Lo único que deseaba era ir directo a la cama. La noche anterior no había dormido nada bien. 

Inevitablemente, mi mente me llevo e nuevo a Lea Stuart y deje salir un gruñido, de pura desesperación.  

No era como si estuviera enamorado de ella, pero la manera en la que había terminado todo definitivamente me había desconcertado y confundido. 

Un día estábamos perfectamente bien, nos besábamos y pasábamos juntos casi cada minuto del día y al siguiente, simplemente todo había acabado. 

Supongo que me había enamorado de la idea de tener una relación con Lea. 

"¿Harry?" Hice una mueca al escuchar aquella voz detrás de mi. Por unos segundos contemple seriamente la posibilidad de echarme a correr, pero rápidamente la descarte ante lo estúpido que era aquello.  

"Hola Shay." Murmure, dándome la vuelta quedando de frente con ella. Shay me sonrió casi tímidamente y a comparación de otras ocasiones, mantuvo su distancia sin acercarse para darme un abrazo o un beso en la mejilla. Agradeci esto internamente

"Um.. Valerie me dijo que estábamos juntos para el proyecto de Ciencias Sociales." Mierda. Lo habia olvidado por completo. La semana anterior, ambos habíamos faltado el mismo día a clase, asi que nos había puesto juntos el profesor para el proyecto trimestral.  Tres meses enteros, para estar junto a Shay. Genial. 

"Lo se, me lo dijo Drake." Lo dije suspirando de nuevo. Shay asintió en silencio y yo no dije nada mas. Ambos nos mantuvimos en un silencio incomodo, hasta que Shay hablo de nuevo. 

"Yo solo quería saber que días tienes libres, para hacerlo." Pase ambas manos por mi rostro, resoplando un poco ante la situación. 

"No lo se, tengo que ver mis horarios." Mentí. En realidad, cualquier día de la semana podía hacerlo. Era solo que la situación con Shay se había vuelto ridícula, así que lo único que quería realmente era darle vueltas al asunto. "En realidad, tenia planeado decirte que si lo prefieres, puedo hacer el trabajo yo solo y pongo el nombre de ambos." 

"Oh." Shay susurro y en movimientos nada parecidos a su forma de ser, dio un par de pasos torpes hacia atrás. "Yo... el profesor preguntara a cada uno sobre  el trabajo.." 

"Shay..." Rodé un poco los ojos, pero antes de poder continuar ella me interrumpió. 

"Pero claro, si lo quieres hacer tu esta bien. Adiós." Murmuro atropelladamente y dio media vuelta, desapareciendo por la vuelta del pasillo por la que había llegado. Fruncí un poco el ceño ante lo ocurrido, pero finalmente decidí que no tenia fuerzas para seguirla, así que solo me encogí de hombros y seguí mi camino. 

Recién iba saliendo, cuando un hombro impacto con el mío fuertemente. 

"Hey, lo siento." Se detuvo el chico, sonriendo levemente. "Llevo prisa y no te vi." Levante la mano, deteniéndolo. 

"Descuida, yo tampoco te vi." Ladee mi cabeza al extraño. Entonces, una cabeza rubia se asomo detrás de el, al escuchar mi voz. Lea. 

Era la primera vez en casi dos semanas que nuestros ojos se encontraban. A pesar que la había visto en varias ocasiones, siempre había sido a lo lejos. Nunca tan cerca como ahora. Sin embargo, había sido peor de lo que imagine. No había manera de mirarla, sin sentirme estúpidamente traicionado.  

Lea bajo la vista tan rápido como se encontró con la mía. Deje salir una risa por lo bajo, incrédulamente. 

"Increíble." Sacudí mi cabeza y sin mas, seguí caminando dejando atrás a Lea y a su novio del día.  

"¡Harry!" Mi corazón se acelero, pero mis pies no se detuvieron.  ¿Para que demonios me hablaba Lea ahora? "¿Harry?" De alguna manera, Lea igualo mis pasos hasta tomarme del brazo, deteniéndome.  

"¿Qué?" Sisee involuntariamente. Lea no titubeo, ni pareció acobardarse ante mi tono. 

"Solo quería saludarte."  Sonrió tranquilamente. Utilice todo mi autocontrol, para no rodar los ojos. 

"Hola." Arque una ceja e hice un ademan para soltarme, pero Lea sujeto fuertemente mi brazo. 

"Vamos Harry, solo quiero hablar." Sus enormes ojos me miraron suplicantes. Me obligue a apartar la vista.  

"No veo para que." Lea jalo de mi brazo para llamar mi atención, la cual no recibió. 

"Harry..." 

"Me tengo que ir." Esta vez Lea no me detuvo, ni yo di vuelta para ver su reacción, simplemente me fui. 

No podía mentirme a mi mismo ni a ella. Yo no podía estar de acuerdo con ella saliendo con un tipo diferente cada día y yo simplemente quedarme a su lado, como un segundo plato. O peor aun, como solo su amigo. 

Yo no quería ser su amigo y Lea no me quería como algo mas, así que esto.. fuera lo que fuera que tuviésemos simplemente no iba a funcionar nunca. 

No era justo para mi. 

Entre a mi dormitorio aun mas enojado y estresado que antes. Me deje caer en el sillón de la pequeña sala que había en mi dormitorio, dejando salir un suspiro. 

"Maldita seas." Gruñí para mi mismo cerrando los ojos. 

"Amen." Mi cuerpo se sobresalto y mis ojos se abrieron de sopetón.  

"¿Qué demo-" No termine la frase, cuando un par de brazos ya me abrazaban efusivamente. No me costo demasiado saber de quien se trataba.  

"¡¿Aaron?!" Le regrese el abrazo inmediatamente. "¿Qué demonios haces aquí?" 

"¿Qué? ¿Acaso pensabas que por el hecho de no ser un gran marine, significa que no puedo venir a visitar a mi mejor amigo?" Aaron se dejo caer en el sillón, sonriendo. 

"¿Cómo demonios lograste entrar?" Sacudí la cabeza, dejándome sentar junto a el.  

"Hey, tenia el viejo pase del año pasado. Lo tienes que revalidar, por cierto." Reí. 

"Lo tomare en cuenta." Aaron me miro expectante y fruncí el ceño. 

"¿Si?"  

"Dímelo todo, ¿Quién es la afortunada a la que haz maldecido hace unos minutos? 

"Es una larga historia." 

"Tenemos suerte que he regresado para quedarme, entonces." Sonreí de lado a lado.

preludio [h.s.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora