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Sin embargo, si digo que nunca mencionaré al Señor o que nunca más hablaré en su nombre, su palabra arde en mi corazón como fuego. ¡Es como fuego en mis huesos! ¡Estoy agotado tratando de contenerla! ¡No puedo hacerlo! Jeremías 20:9 NTV


Gracias, por otro día en el que vivo de verdad, gracias por tu amor en cada latido de mi corazón, cada segundo de mi existencia tiene sentido gracias a ti. Tu voz sopló vida dentro mi y nunca más he podido ser igual. Mi alma se estaba muriendo en el más triste de los finales. Mi locura era pensar en la muerte aunque no quisiera morir. Mi destino era hundirme hasta que no quedará más de mi.

Si me hubieran contado que tú me amaste desde el principio, me hubiera reído. Y como alguna vez en el pasado te hubiera rechazado. Pero fuiste tú quien me demostró que no tenía porque temerte y desconfiar, fuiste tú quien me enamoró y me demuestras cada segundo lo importante que soy. 

Ahora no recuerdo cuando comencé a llamarte amado mío, pero es la más real de mis convicciones y la que me hace vivir. Los demás podrán decir mucho de ti mi amado, podrán hablar contra tu nombre y juzgarte sin haber leído ni una palabra que ha salido de tu boca. Pero esas palabras aún me levantan. Podrán rechazarme aún los que yo amo,  podrán juzgarme y cuestionarme . Pero tu amor estará todo el tiempo para consolarme. Seré odiada por nuestras convicciones, me tomaran a demente, inútil, ingenua y a hipócrita. Pero, ¿Qué les diré para calmar esas ansias de negarte, amor? ¿Qué argumento podría bastarles para creerme? ¿Cómo les explico que ahora estoy enamorada hasta los huesos?

Mi verdad es que te conozco. Y lo intento cada día más. Mi verdad es que tu amor me arruinó los planes de muerte que yo tenía.  No olvido las noches de oscuridad en las que descendía al mismo infierno y tú fuiste el único que estuvo ahí. Me quedo con aquel glorioso día en el que me puse a cuentas contigo y que me dijiste que me amaste desde el inicio. 

No tengo, o tal vez tengo infinitas palabras para seguir diciendo lo feliz que me hace sentir todo.  A pesar de este corazón tan engañoso que llevo dentro de mi, ahora quiero amar con amor sincero.  Dejo las mentiras, el orgullo, la vergüenza y el dolor de mi pasado.

Y sé que me amas y eso basta.

Para siempre en la eternidad, amado mío
mi deseo, mi anhelo,

es junto a ti, Jesús.

Amado míoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora