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Yoongi no pudo evitar sonreír ante la bonita imagen que sus ojitos miraban.

Su pequeño Tae estaba durmiendo tranquilamente entre las piernas de Jimin, el cual se encontraba sentado en el piso en posición de loto, con unas cuantas cartas en sus manos, mientras sus hijas también estaban sentadas en el suelo e igualmente con cartas. Ellos estaban jugando al juego que él anteriormente estaba jugando con su alfa.

—Genial —gruñó —Planea quitarme a mis hijas.

—Tú nunca dejarás de ser su padre.

—¡Uno! —El grito de Lisa hizo reír a Jimin y Yoongi se contagió de aquella sonrisa.

—Yo ya me voy.

—¿No te despedirás?

—Ellas nunca quieren despedirse y Tae llora cuando intento besarlo.

—Lo siento por eso, hablaré con ellas.

—No, está bien, es mi culpa, yo no soy el padre que ellas se merecen, tú mismo lo dijiste, sólo tengo que pasar dos días con ellas y nisiquiera es domingo y ya las traje de vuelta.

Yoongi asintió, totalmente de acuerdo a sus palabras.

—Te acompaño a la puerta.

Y así pasó el resto de la noche, Jimin jugó a todos los juegos posibles con las pequeñas alfas y con Yoongi, luego cuando la pizza llegó tuvieron que cocinar algo extra ya que no alcanzaba para todos.

Cuando la hora del baño llegó, Jimin se ofreció a bañar al pequeño Tae y Yoongi no pudo sonreír más de lo que ya lo hacía.

Terminaron viendo una película, cuando todas se durmieron en el sofá, ambos mayores la llevaron a sus respectivas camas, arropandolas y dándoles un cálido beso de buenas noches.

Jennie no quería admitirlo, pero se divirtió esa noche .

—Bueno, supongo que ya es hora de irme.

Yoongi hizo un puchero y tomó las manos del alfa.

—¿No quieres quedarte a dormir?, digo, es muy tarde.

Las mejillas de ambos se enrojecieron. Sí, habían dormido siestas juntos y el omega se había quedado a dormir en la casa del alfa, en realidad él siempre se quedaba a dormir los sábados, pero esto era diferente, esta era la casa de la familia Jung y Jimin era conciente de eso, de que no era cualquier cosa dormir y despertar junto a su omega y un cachorrito, despertar junto a una familia.

Le encantaba.

—Me gustaría.

Ambos sonrieron y entre besos cortos e inocentes se dirigieron a la habitación del omega, donde Tae estaba durmiendo plácidamente en su cuna.

Fueron a bañarse, claro que por separado ya que ellos no habían llegado a ese punto. Yoongi le prestó ropa y ambos se acostaron en la cama y con un último beso, ambos cerraron los ojos dispuestos a dormir.

Estaban bien, Jimin se sentía tan cálido y amado.

Su familia, ahora era parte de una familia.

PAPÁ ALFADonde viven las historias. Descúbrelo ahora